Los amantes del Ternasco de Aragón tienen una cita en Fonda Alcalá de Calaceite. La IGP de esta carne de cordero ha concluido la III edición del mes dedicado a este producto de primera calidad y lo ha hecho nombrando a los mejores restaurantes de la comunidad que preparan esta carne de cordero. En este caso Fonda Alcalá se ha alzado el Premio al Mejor Ternasco elaborado de forma no tradicional. Los galardones se otorgaron en un acto organizado por el Consejo Regulador el pasado lunes en el Patio de la Infanta
La IGP reconoció al restaurante calaceitano de entre los 72 participantes que concurrían a este certamen. En total, se premió a 35 establecimientos de todo Aragón, con 30 menciones especiales, 6 premios provinciales y los dos mejores de Aragón. Junto con Fonda Alcalá, el Mesón de la Dolores de Calatayud se llevó el reconocimiento a Mejor Ternasco elaborado de forma tradicional.
En el caso de los de Calaceite, el jurado destacó la «originalidad» del plato consistente en una terrina de ternasco, con falda, cuello y paletilla y acompañado con membrillo, queso La Val, producido en Mezquita de Jarque y puré de boniato. Además, la terrina incluye un niñoyaki de sus interiores y salsa brava. «Es una elaboración diferente a lo tradicional y desde el primer momento gustó mucho a nuestros clientes. Estamos muy satisfechos por un reconocimiento de este tipo y más aún con un producto tan identitario como lo es el Ternasco de Aragón», explicó Ignacio Alcalá, cocinero y cuarta generación al frente del establecimiento.
No fue el único establecimiento del territorio que se llevó un reconocimiento en el Patio de la Infanta. Hubo dos menciones en la modalidad ‘elaboración no tradicional’ que también se quedaron en el Matarraña. La Fábrica de Solfa de Beceite logró fue reconocida por su ‘paletilla de ternasco asada con costra y patatas a la importancia’. A pocos kilómetros, en Torre del Compte, La Torre Restaurante se destacó su ‘Ternasco de Aragón asado, setas, alcachofa y croissant de patata’.
Restaurante centenario y cuarta generación
Fonda Alcalá cuenta ya con 102 años de historia. No solo es uno de los establecimientos más veteranos de todo Aragón, sino que tras más de un siglo, la familia Alcalá continúa siendo la propietaria y gerente de este establecimiento. Actualmente está al frente la cuarta generación, los jóvenes Ignacio y Miguel.
El mayor de los dos hermanos se formó desde muy joven en cocina, trabajó en diferentes lugares de todo el mundo y tras establecerse varios años en Filipinas, regresó para ponerse al frente de la cocina. El más joven, Miguel, viene del mundo de la economía y empresa y decidió también apostar por este histórico establecimiento. Ambos recogieron el testigo de Enrique y Miguel Alcalá.
También la ubicación es centenaria. Aunque el local ha sido reformado en varias ocasiones, el restaurante calaceitano está ubicado en la misma ubicación que en 1922, en la travesía de la N-420 que cruza la capital cultural del Matarraña. Todavía conserva algunas piezas del mobiliario que ya fueron célebres durante todo el siglo XX. El restaurante fue fundado en 1922 por Gregorio Alcalá y Carmen Mompel. En 1954 pasa a regentarla la segunda generación, Enrique Alcalá y Adoración Fontcuberta.