Los gigantes de Alcañiz no han subido este año a la ermita de Pueyos en el día de la patrona ni han hecho las delicias de los más pequeños pero los dos más antiguos, el rey y la reina, sufrirán un importante cambio para que, cuando vuelvan a salir a la calle, luzcan con su mejor aspecto.
También se renovarán tres de los cuatro cabezudos repetidos que se prestan para las fiestas de los barrios pedáneos de Valmuel y Puigmoreno. Por su parte, los de la comparsa están renovando su vestuario gracias a la colaboración de dos vecinas.
Mejora integral de los gigantes
La empresa zaragozana Aragonesa de Fiestas se está encargando de la restauración total del rey y la reina, unos gigantes que representan a los Reyes Católicos. Se van a sustuir sus «costillas»-la estructura original- por otra mucho más ligera y resistente de aluminio. Ahora pesarán menos de la mitad, todo un alivio para los miembros de la comparsa.
También se va a realizar una restauración integral de su cara y sus manos. En las últimas décadas ya habían pasado por otras manos más o menos habilidosas y ahora necesitaban un lavado de cara integral. De hecho, la reina tenía la corona deteriorada debido a una caída en Pueyos.
Ropa y aspecto de cabezudos
La empresa zaragozana Aragonesa de Fiestas se está encargando de la restauración total del rey y la reina, unos gigantes que representan a los Reyes Católicos. Se van a sustuir sus «costillas»-la estructura original- por otra mucho más ligera y resistente de aluminio. Ahora pesarán menos de la mitad, todo un alivio para los miembros de la comparsa.
También se va a realizar una restauración integral de su cara y sus manos. En las últimas décadas ya habían pasado por otras manos más o menos habilidosas y ahora necesitaban un lavado de cara integral. De hecho, la reina tenía la corona deteriorada debido a una caída en Pueyos.
Si los gigantes van a renovar su cara y estructura interior, los cabezudos harán lo propio con su vestuario. Dos vecinas de Alcañiz que ya han colaborado en anteriores ocasiones con el área de Festejos, Concha Bernal y Carmen Centelles, han cosido un nuevo traje para el baturro y otro para la abuela. Además, también han arreglado el vestuario del resto de cabezudos. Desde zurcidos hasta subir los dobles, colocar gomas a los pantalones o arreglar los cierres.
De sus manos salieron los dos nuevos reposteros que desde hace dos años cuelgan de las ventanas de la Casa Consistorial en fechas señaladas como las fiestas patronales.
También van a mejorar su aspecto tres de los cuatro cabezudos repetidos que se prestan para las fiestas de Valmuel y Puigmoreno y otros actos. De su restauración se encarga Fernando Crespo, de la tienda Zig Zag de Alcañiz.
El morico es el cabezudo más deteriorado. Tiene la estructura rota en algunas zonas, reponer las piezas que faltan y reforzar. Después le dará una capa de estuco, lijará y pintará. «No cuesta mucho tiempo pero el secado entre proceso y proceso lo dilata en el tiempo», precisa Crespo. En el caso del baturro y popeye el trabajo es menor y solo los repasará por encima.