Las obras de construcción de la intersección de la A-231 con el acceso Sur de La Fresneda ya han comenzado. El Gobierno de Aragón inició hace una semana unos trabajos que concluirán en dos meses. La actuación se realiza de forma simultánea junto con la reparación de un talud entre Valderrobres y el puente del río Tastavins. Ambas actuaciones cuentan con una inversión de 150.000 euros. La construcción del nuevo acceso se suma a la actuación que DGA llevó a cabo en el acceso Norte, utilizado. «Queremos solucionar el problema que presentaban los accesos a La Fresneda y hemos querido también asegurar este talud que comenzaba a dar problemas», explicó Bizén Fuster, director general de carreteras del Gobierno de Aragón.
Una vez finalizadas las obras se minimizarán los riesgos que comportaba dicho acceso. «Estamos satisfechos porque este era uno de los accesos que más nos preocupaban por su peligrosidad. Además estamos viendo que los trabajos avanzan con rapidez», valoró Frederic Fontanet, alcalde de La Fresneda. No obstante el primer edil apuntó a que han solicitado una mejora en la señalización de los accesos a distintos caminos agrícolas y ganaderos que atraviesan la A-231 en la recta que discurre paralela a la localidad y en la que, en los últimos ha habido que lamentar varios trágicos accidentes. La actuación ahora en obras dotará a la intersección de un carril de aceleración y una isleta central, además de que el tramo ganará considerablemente en anchura.
DGA considera «prioridad» el reasfaltado de la A-231
En cuanto al estado del firme de todo el trazado de la A-231, el director general de carreteras del Gobierno de Aragón, Bizén Fuster, anunció que toda la vía será incluída en el Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras que el ejecutivo autonómico está ultimando. La carretera tiene 31 kilómetros de longitud y discurre entre las Ventas de Valdealgorfa, donde entronca con la N-232, y el límite con la provincia de Tarragona en las proximidades de Arnes, comunicando además las poblaciones de Alcañiz y Tortosa. «Tenemos previsión de licitar la mejora de todo el tramo en verano de 2021 y si el plan sale adelante, poder adjudicarlos en 2022 para dejarlo en óptimas condiciones», apuntó Fuster. El tramo está recogido dentro de la Red Básica Aragonesa. Actualmente el firme acusa ya el paso de los años y presenta grietas y baches en buena parte de su recorrido.
Reforzarán el puente de Hierro
Otra de las actuaciones que verá la luz en la A-231 será el reforzamiento del puente de Hierro de Valderrobres, actualmente limitado para camiones de más de 40 toneladas. La actuación consistirá en eliminar el material existente en el tablero del puente, se mejorará la estructura metálica y se instalará otra con chapas metálicas sobre las que se depositará un asfalto de mezcla vituminosa en caliente en una actuación que contará con 200.000 euros de inversión.
Desde el consistorio explicaron que acogen la noticia con «satisfacción» pero reconocieron, sin embargo, que les preocupa cómo se resolverá la dificultad que plantea habilitar un paso alternativo mientras duren las obras.
«Nos parece una actuación muy positiva pero tendremos que ver por dónde se desvía el tráfico. Contamos con empresas muy potentes como Arcoiris y Áridos Curto y nos preocupa», explicó Carlos Boné, alcalde de Valderrobres. El primer edil apuntó a que intentarán plantear al Gobierno de Aragón la necesidad de habilitar una pasarela peatonal que discurra de forma paralela al puente. «Es un punto de riesgo para los viandantes que incluso llegan a sentir miedo cuando coinciden con un camión», concluyó Boné. Una posibilidad de la que DGA afirmó «ser consciente» y que por tanto «estudiarán». En cuanto a la variante de Valderrobres, proyectada desde 2007, el ejecutivo apuntó a que está considerada como «prioritaria» pero no se aventuró a ofrecer plazos para su ejecución. «Somos conscientes de que es una travesía dificultosa y por eso sabemos que la variante es necesaria. Pero se pueda acometer o no, pensamos que debe de reforzarse el puente», concluyó Fuster.