La sinagoga hijarana tendrá un uso continuado una vez terminen las obras de restauración. El objetivo es dinamizar todo el barrio de San Antón con un proyecto religioso, turístico y cultural. En la actualidad, las obras de restauración avanzan en la segunda fase, -que podría terminar entre diciembre y enero-, y quedará una tercera que se centrará básicamente en la preservación de los frescos. Se prevé mantener los más antiguos en las paredes y los de época cristiana dejarlos expuestos y se conozca la historia de cómo fue el tránsito de sinagoga a ermita. En cómo gestionar este patrimonio trabaja Híjar como integrante de la Red Europea de Patrimonio Judío. Es la única localidad española en este grupo y en verano acogió la primera reunión entre las regiones socias.
En esa primera cita en la que la sinagoga y sus reveladores fueron objeto de visita y de análisis, se confeccionó un calendario de trabajo que arrancó a finales de noviembre en la ciudad alemana de Worms. El proyecto está liderado por el Malopolska Institute of Culture de Cracovia. El resto de socios son el Ayuntamiento de Wroclaw (Polonia), la ciudad de Worms como parte del SchUM-Städte Jewish Heritage for the World (Alemania), la Comunità Ebraica di Mantova (Italia), la Foundation for Jewish Heritage (Reino Unido) y el Ayuntamiento de Híjar.

En Worms se puso logotipo y el nombre «Moreshet» al proyecto y se celebró el primero de los diez seminarios temáticos previstos a lo largo de dos años. Se tratará el patrimonio judío de una manera transversal y cada sesión versará sobre un sector. El segundo será en febrero en Polonia y tratará de patrimonio y participación ciudadana. En Worms se reflexionó acerca de cómo integrar el patrimonio en la educación y más en concreto, entre la de los más jóvenes. Los socios conocieron iniciativas educativas sobre el tratamiento de la memoria judía en centros alemanes y la educación contra el antisemitismo, además de iniciativas aplicables al contexto de cada uno. Una cita de la que se hicieron eco los medios alemanes.
La delegación hijarana compuesta por el alcalde, Luis Carlos Marquesán, y la coordinadora del proyecto Moreshet en Híjar, Lucía Conte, valoró de forma positiva el primer seminario. El proyecto culminará en dos años con la creación de una guía práctica con criterios unificados que se pondrá al servicio de las instituciones públicas para la gestión de su patrimonio. «A partir de ahí la red se abrirá a la adhesión de nuevos socios», dijo Lucía Conte. «Ahora hemos empezado a fijar los criterios que regirán el futuro en la gestión y es muy importante que Híjar esté en estos grupos de trabajo porque la entidad que abandera el proyecto es la que asesora a Europa», añadió.
Asesoramiento de primera mano
El alcalde hijarano destacó esta posibilidad de contar con asesoramiento de primera mano como el del presidente de la Fundación para la Herencia Judía, con sede en Londres, Michael Mail. «En Worms quisimos saber cómo ve la manera de gestión en el proceso de recuperación de nuestro proyecto una persona que está en contacto con diferentes juderías de toda Europa. De hecho, venía de visitar proyectos en Bielorrusia y en otra ciudad similar a la nuestra en Portugal que ha desarrollado su proyecto de patrimonio judío», manifestó Marquesán.
La expedición visitó en Worms edificios y conoció diferentes fórmulas empleadas. Una fundación o un instituto especializado «parece lo más razonable como figura de gestión». «Es interesante ver los diferentes usos que han dado a los edificios. Todos son sensibles pero prácticos porque un edificio cerrado se degrada», valoró Conte en referencia a la sinagoga. «Tenemos la responsabilidad de hacer las cosas bien porque tenemos un patrimonio único que poner en valor. Es enriquecedor poder aprender de lo que han hecho en otros lugares, cómo aplicar proyectos de calado cultural que impliquen también a la población local», añadió Marquesán que puso el foco de dinamizar todo el barrio judío hijarano con un proyecto vivo y de uso para «que recobre la vida que siempre ha tenido».