En 2020 la pandemia impidió que el conocido Home dels Nassos se acercara hasta Cretas en la última tarde del año para oler las mentiras de los niños y niñas, cumpliendo así con una vieja tradición. Pero este 31 de diciembre de 2021 esta peculiar criatura -que vive en un árbol en los Puertos de Beceite- regresó a la localidad para poder comprobar si los más pequeños han sido o no sinceros en los últimos meses.
Lo hizo armado con la mascarilla obligatoria, adecuándose así a la situación sanitaria que atravesamos, aunque su enorme nariz apenas pudo acatar la normativa actual. Uno a uno olió a los niños y niñas pero todos quedaron a salvo. Y es que justo antes de que apareciera los pequeños quemaron sus mentiras en la plaza. Lo hicieron según manda la tradición: haciendo a un cordel tantos nudos como mentiras habían contado en este 2021, añadiendo por si la memoria fallaba alguna más a modo preventivo. Tras esto les prendieron fuego, confundiendo al Home dels Nassos y engañando así a su gran sentido del olfato.
Sin éxito la criatura se retiró un año más y aguardará hasta el próximo 31 de diciembre, momento en el que regresará a Cretas, previsiblemente ya sin mascarilla.
El hombre de las 365 narices, tantas narices como días tiene el año, llega con el crepúsculo entre la niebla y desaparece con la noche, todos los años se lleva uno o dos niños despistados que no les ha dado tiempo a llegar a casa. Dicen mi vecino Catalan que vive con el sacamantecas y el hombre lobo de Allariz, tal cual, le contó su madre, cuando tomaba los baños en Guitiriz, y la noche comenzaba a despertar una tarde, de invierno de 1865, Dios la tenga en buen recaudo, todos 31 de Diciembre una misa es cantada en latín en su recuerdo, en la iglesia de San Andrés, encabezando la procesión de moribundos que por los bosques merodean al pasar las doce de la noche, corre si los ves, no mires atrás, o nunca volverás…
El Home dels nasos sol te un Nas.
«Tans nasos com dies queden al any»
Aixis es !
En castellano son 365 narices, “tantas narices como días tiene el año”, en catalán será diferente supongo.
Mi madre nos decía: Aneu a la plaça que está un home que te tans nasos com dies queden al any.
Esa era la broma en mi pueblo (Aragón) del día de fin de año, que nos hacían a los críos.