Idoia Pérez es una joven alcorisana que con tan solo 15 años ya demuestra ser una promesa dentro del mundo de las artes, especialmente en el dibujo, las ilustraciones y el pirograbado, y que acaba de presentar en Alcorisa su exposición debut, «Ilustraciones y ensoñaciones», inaugurada el pasado jueves 30 de junio.

La colección cuenta con una serie de obras formada por 18 cuadros dibujados, casi todos con rotuladores de alcohol, y 2 pirograbados. Para aquellos asistentes que deseen comprar alguno de los dibujos expuestos, están todos a la venta, excepto los pirograbados, pero se puede encargar la confección de uno a la artista.
¿Cuál ha sido el punto de partida para llegar hasta esta exposición?
Joaquín Macipe, mi profesor de plástica y tutor, subió a su página de Twitter dos o tres dibujos míos y en menos de una semana tuvieron muchísima repercusión.
¿Cómo viviste esta viralidad?
Al ser algo tan rápido no me lo esperaba, porque cuando lo subió pensé que lo iban a ver cuatro personas y al verlo tanta gente me asuste un poco y me ilusioné bastante porque reconocían mi trabajo. Pero Macipe lo borró al poco tiempo porque, aunque había muchos comentarios buenos, también había malos y no quería que me afectaran.
En cuanto a la exposición, ¿cómo surgió la idea?
La idea me la presentó mi profesor y a los tres días, cuando toda mi familia y amigos lo supieron, sí que me agobie bastante porque era mucha gente viniendo a hablar conmigo, incluso personas con las que no había hablado nunca. Pero todo fue bien y a la inauguración vinieron casi todos mis profesores, aunque me morí de vergüenza cuando me pidieron que dijera unas palabras, yo para ese tipo de cosas soy nula.
¿Cómo seleccionaste qué dibujos incluir?
De estos últimos dos años tengo tres cuadernos llenos de dibujos, así que de ellos elegí con mi profesor los que más me gustaban, aunque me costó decidirme. Además, en un principio quería que siguieran una temática, pero cada dibujo es diferente, excepto dos que sí que guardan cierta relación.
Las obras expuestas, ¿están en venta?
Sí, ya han empezado a comprarme dibujos y, la verdad es que me siento muy orgullosa de mí misma. Los pirograbados no están a la venta porque son regalos que hice. Si alguien quiere uno, me lo puede encargar y decirme qué quiere que le dibuje.
En cuanto al dibujo, ¿en qué momentos te surge sentarte para dibujar?
Cuando me viene, puedo estar tranquila con mi familia hablando o en clase y de repente se me ocurre algo, cojo papel y lápiz y me pongo a ello. Por cosas así he tenido problemas en clase, pero por ahora solo me han pillado en dos ocasiones.
¿Qué técnica sueles utilizar?
Normalmente hago ilustraciones, aunque también dibujo al natural, pero no me termina de gustar. Tampoco llevo bien el ordenador, soy más de dibujar como siempre se ha hecho, con papel y lápiz, lo veo mucho más práctico.
¿Qué es lo que más te inspira plasmar?
Muchas personas no están de acuerdo, pero a mí se me hacen mucho más fáciles las caras y expresiones. En pirograbado no las llevo tan bien porque es más realista y yo normalmente me invento a las personas y los personajes. Cuando me gusta mucho algo o alguien lo dibujo, aunque en general lo saco todo de mi imaginación.
Mentalmente, ¿qué te aporta?
Tranquilidad y felicidad, pero lo más curioso es algo que descubrí este año. Cuando dibujo caras o rostros suelo poner la misma expresión que la que estoy dibujando.
¿Hay alguna manía que se haya convertido en costumbre?
Siempre empiezo con lápiz rojo porque el normal deja marca, y luego pinto con rotuladores de alcohol. La mayoría de mis dibujos tanto en la exposición como en mis cuadernos son a rotulador, estoy familiarizada con ellos y ya es una costumbre.
¿Tienes a alguien, artista o conocido, que sea tu modelo o referente?
Antes no me tomaba en serio el dibujo, lo utilizaba como un método de escape o de entretenimiento hasta que llegue al instituto y conocí a mi profesor. Macipe fue mi centro de inspiración porque fue una de las únicas personas que me ha apoyado, tanto en lo que soy como en lo que me gusta, y me ha impulsado bastante. Tengo claro que quiero ser como él.
¿Quieres enfocar tu futuro hacia las artes?
Sí, quiero estudiar artes y tener un futuro que tenga que ver con esto, porque es algo que me hace feliz y se me da bien.
¿Qué es exactamente lo que quieres hacer?
Quiero estudiar Bellas Artes y convertirme en profesora de instituto. Así, hago algo que me gusta y al mismo tiempo ayudo a chicos de 14 o 15 años a centrase en aquello que les apasiona y, si no es el caso, es una asignatura fácil de sacar. Además, me gustaría mucho encontrar a alguien a quien se le de bien, le guste y le parezca importante, como ha hecho Macipe conmigo.