Gran preocupación por el incendio de Nonaspe, que ya ha alcanzado más de 1.700 hectáreas de superficie forestal según la última actualización del Gobierno de Aragón este viernes por la tarde. El avance de las llamas ha obligado a desalojar por precaución a 36 personas del campin Caspe Lake y a cortar una carretera nacional, N-211 a la altura de Mequinenza en los puntos kilométricos 287 y 311. Una decena de personas de origen extranjero que se encontraban en los bungalows del campin han sido derivadas al convento Santo Domingo de la Ciudad del Compromiso y las autocaravanas, a un parquin.

El viento y las altas temperaturas, con más de 40 grados en la zona el viernes por la tarde, han complicado la evolución del incendio, que ya se ha elevado el grado de emergencia a situación 2, nivel 1 y ha requerido la presencia de la Unidad Militar de Emergencia, la UME, con 70 efectivos. Sigue activo el flanco derecho, el que tiene mayor vegetación y más preocupa; y el intenso calor ha reactivado el izquierdo aunque con menor intensidad (en el que la UME va a permanecer trabajando esta noche). El fuego sigue avanzando en la misma dirección y como afirmado Miguel Ángel Clavero, jefe del servicio de Protección Civil del Gobierno de Aragón, tras la reunión del CECOPI, la «buena noticia» es que el viento no ha cambiado y el incendio avanza en la misma dirección, hacia el embalse de Mequinenza.
Ya en la mañana de este viernes la dirección del fuego avanzaba hacia los términos municipales de Mequinenza y Fayón, eso sí, todavía a kilómetros de ambos municipios, que no corren riesgo. Tampoco corre peligro el núcleo urbano de Nonaspe, que ha quedado a la cola. A parte de la N-211 siguen cortadas la A-1411 y la CV-923.
Al terminar la reunión del Centro de Coordinación Operativa de esta tarde el jefe del servicio de Protección Civil del Gobierno de Aragón, Miguel Ángel Clavero, ha hecho un llamamiento a tener «mucha prudencia mañana sábado, no solo por las temperaturas, sino porque el viento va a soplar antes y más fuerte, con rachas de hasta 50 km/h». Por ello, el jefe de Protección Civil ha pedido «precaución en todas las actividades al aire libre, no solo las agrícolas, sino también por ejemplo la movilidad, porque cualquier maquinaria o vehículo puede lanzar una chispa que dé inicio a un incendio».

En la jornada de este viernes han intervenido 14 medios aéreos, 5 cuadrillas helitransportadas, 12 cuadrillas terrestres, 6 autobombas, la BRIF del Prado de los Esquiladores (Cuenca), la BRIF de Daroca, 2 bulldozer, el Puesto de Mando Avanzado del 112 Aragón, un director de extinción de incendios, el GADEX (grupo de apoyo al director de extinción compuesto por técnicos de la Dirección General de Gestión Forestal), agentes de protección de la naturaleza y efectivos de bomberos del Servicio Provincial de Extinción de Incendios de la DPZ con un camión nodriza y un todoterreno. La UME se ha incorporado sobre las 18.30 horas con 6 autobombas y 2 bulldozer. El operativo total supera los 200 integrantes.
El perímetro alcanzado por las llamas alcanza ya las 1.700 hectáreas, aunque no toda esa superficie se ha calcinado. El terreno afectado es fundamentalmente de monte bajo, superficie agrícola y pinar, sin que peligre ningún núcleo de población.
La situación operativa pasa a ser de grado 2 cuando uno o varios incendios forestales pueden, en su evolución previsible, afectar gravemente a la población o a bienes de naturaleza no forestal, exigiendo la adopción de medidas de protección civil, y cuano pueda ser necesario que, a solicitud de la Comunidad Autónoma, sean incorporados medios extraordinarios, o puedan comportar situaciones que deriven hacia el interés nacional.
Mientras, el nivel 2 se da en el caso de aquellos incendios en los que están amenazados núcleos de población o infraestructuras de especial importancia, de forma que exijan la adopción de medidas de protección de civil para la población y sus bienes
Sin peligro para civiles
No hay peligro para el núcleo de Nonaspe, el municipio más cercano al foco que, desde el inicio, ha quedado a la cola del incendio. Tampoco se han registrado otros daños materiales o personales más allá del vecino que sufrió quemaduras en las manos en el día de ayer y el cual se encuentra fuera de cualquier peligro. Lo mismo ocurre con los municipios de Fayón o Mequinenza, hacia los que avanza el fuego, pero que todavía se mantienen alejados a unos 20 kilómetros del incendio. «Está llegando a lo que consideramos la partición de bosque entre los términos municipales de Nonaspe, Fayón y Mequinenza. Se está tratando de controlar ese flanco derecho pero mucho me temo que pueda entrar en el término de Fayón, que orográficamente es la zona más complicada», apuntó Joaquín Llop, alcalde de Nonaspe, este mediodía. «Estamos en una situación más controlada de la que hubo ayer. Nunca se sabe cómo puede evolucionar la tarde, pero la situación es favorable y tenemos todos los medios disponibles previendo ese viento y aumento de las temperaturas», añadió Bayona.

Eso sí, en la localidad nonaspina ya se ha trasladado un sentimiento de total desazón debido a las pérdidas en los cultivos que este suceso está originando. «La principal preocupación es que se ha quemado mucho campo. Aquí en Nonaspe nos ha arrasado la zona nueva del PEBEA con nuevos almendros, olivos, frutales… Ha hecho mucho daño al sector de la agricultura», lamentó Llop.
Temperaturas extremas
Tanto para este viernes como el sábado el Gobierno de Aragón hace un llamamiento para extremar la precaución ante el peligro de nuevos focos. El ejecutivo ha recomendado no salir de casa y no realizar otras actividades que pudieras ser un potencial peligro para el medio natural. Prácticamente la totalidad de la Comunidad Autónoma está en alerta roja por riesgo de incendio forestal. «Estamos en una situación muy complicada que viene ya de varios días. Se prevé que haya tormentas secas lo que puede provocar nuevos incendios».
Que razón tenían los antiguos. Los incendios del verano, se apagan en invierno.
Y cuando viene alguna tormenta, que cada vez son más raras, ya se preocupan los dueños de fincas de frutales con medios de dudosa legalidad que no caiga ni una gota en el terreno, así está todo cada vez más seco.