La acuciante sequía ha obligado a tomar restricciones pero no a mantener el dispositivo
A las once de la mañana está convocada una concentración en la plaza San Pedro Nolasco de Zaragoza. Será frente a las oficinas de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón y el llamamiento procede de los sindicatos OSTA, CCOO, CGT y SCS-SARGA para denunciar el desmantelamiento del Operativo de Incendios y el incumplimiento, por parte de la DGA, de la Ley de Montes. Como ya adelantó La COMARCA en octubre, desde el territorio ya se alertó de la falta de medios en una época inusual por una grave sequía. De hecho, desde DGA se estableció una restricción de quemas agrícolas que todavía persiste. Sin embargo, no se mantuvo el dispositivo de extinción de incendios.
Los sindicatos siguen denunciando la situación y más, cuando se han producido dos importantes incendios en diciembre a los que se sumó otro el domingo en el Jiloca. Calculan que en verano, con el operativo en marcha, pueden estar trabajando alrededor de 800 personas. «Con el teléfono en alerta las 24 horas y en vigilancia permanente», comentó Paco Navas, miembro de la Sección Sindical de CGT Sarga. En la actualidad, y con los contratos con el Ejecutivo Autonómico finalizados, estiman que la cifra se reduce a menos de un centenar y no todos están en el ámbito de extinción. «Es irrisorio. El día que se produzcan dos incendios simultáneos, ¿qué pasará?», se preguntó. En las provincias de Huesca y Zaragoza ahora mismo no hay ninguna cuadrilla. En Teruel está la de Alcorisa y Calamocha, activa porque ha cambiado sus vacaciones para asistir a las tareas de Valderrobres.
Todo lo atribuye a una «mala planificación» por parte del Gobierno de Aragón al que solicitaron hace tiempo una reunión. «No nos reciben en Medio Ambiente, y por eso planteamos una concentración, aunque no es la única que hacemos. Les vamos a entregar más de 400 firmas recogidas por miembros de las cuadrillas que piden que se cumpla la Ley de Montes, que recoge que se trabaje los 12 meses», añadió Navas.
La casualidad ha querido que la protesta coincida con la rueda de prensa prevista por DGA en la que se darán a conocer los resultados de la investigación sobre las causas del incendio que el viernes por la tarde se declaró en Valderrobres. El fuego arrasó casi once de hectáreas de pinar y obligó a desalojar a una veintena de personas.
Desde el primer momento se descartaron las «causas naturales» y por ello, en el lugar ha permanecido un equipo de investigación formado por Agentes de Protección de la Naturaleza y el Seprona. «El fuego se ha producido en unas circunstancias poco habituales por la hora y el lugar, sobre todo». Esta sospecha la hizo extensible el director de Gestión Forestal, Ángel Berzosa, al fuego del fin de semana pasado que se registró en Torre la Ribera, en Huesca. «Se da el caso de que ambos son los más graves que se han producido desde la década de los ochenta en el mes de diciembre en Aragón», dijo en una comparecencia el sábado cuando el fuego se dio por estabilizado con la llegada de los medios aéreos una vez amaneció.
En cuestión de minutos, la noche del viernes el fuego alcanzó una magnitud preocupante. Se unió el viento y el terreno castigado por la sequía y la maleza acumulada de una nevada de hace años. Así pues, se recurrió a medios de comunidades como Cataluña. «Esta factura es innecesaria, con ello podían contratar a 400 personas porque estamos gente», continuó Navas. También se recurrió a la UME (Unidad Militar de Emergencia), que llegó de madrugada. «Se supone que mientras el incendio no es de nivel 2 no se recurre, pero está claro que el temor a que fuera a más, llevó a DGA a prevenir», reflexionó.
Torre la Ribera y Valderrobres no solo comparten fecha y magnitud. Ambos han puesto sobre la mesa la escasez de medios operativos. Ahora, solo se cuenta con la de Alcorisa como una única cuadrilla helitransportada operativa en Aragón con helicóptero disponible para la extinción.
Algunas cuadrillas siguen trabajando pero no pueden actuar. «Solo hacen tareas silvícolas, que no quiere decir que estén relacionadas con la prevención forestal. A veces, son desbroces de campos de agricultores, según el encargo de DGA», dijo Navas. «Produce impotencia no poder actuar a pesar de tener la formación, la equipación y poder hacerlo con seguridad», lamentó.