A lo largo de 21 cuadernillos, José Pardo Sastrón fue anotando sus apuntes sobre lo que acontecía en el Bajo Aragón Histórico. Los recogió entre 1848 y 1909, el año de su muerte. Con este hábito, el botánico construyó un valioso legado cargado de información de la época en climatología, costumbres y del día a día del siglo XIX.
Sastrón nació en Torrecilla de Alcañiz en 1822 y murió en Valdealgorfa en 1909. Estas dos localidades están siendo testigo esta semana de la puesta de largo del último trabajo sobre la figura del ilustre. No es otro que la publicación de estos apuntes de la mano del Instituto de Estudios Turolenses (IET) de la Diputación de Teruel (DPT). El libro lleva por título «Diarios de José Pardo Sastrón, 1848-1909. Crónica personal de un siglo».
Ayer fueron los vecinos de Torrecilla los que disfrutaron de la presentación en el Hogar del Jubilado. Este viernes a las 18.30 será el turno de Valdealgorfa, donde la sesión se llevará a cabo en el Salón Cultural Don Diego.
Esta publicación está firmada por Esperanza Miravete y Teresa Thomson como editoras. Se encargaron de transcribir los manuscritos de los diarios íntegros que escribió Pardo Sastrón durante más de seis décadas y que se conservan en el Archivo municipal de Alcañiz. En ellos, «además de dar a conocer su personalidad y el trabajo realizado, ayuda a entender la sociedad bajoaragonesa en la que vivió en el siglo XIX y principios del XX».
Este trabajo tiene su primera parte en 2009, cuando coincidiendo con el centenario de su muerte, los ayuntamientos de Torrecilla y Valdealgorfa encargaron la transcripción de los diarios. Este año en el que se conmemora el bicentenario de su nacimiento, se publican en papel y en también en digital para facilitar la labor a investigadores. «Se cierra una especie de círculo», sonrió Miravete.
Esta publicación son 600 páginas de mucho valor, resultado de trasladar unos apuntes que no son los de un diario en el sentido de lugar en el que volcar sentimientos o reflexiones. «Él los llama efemérides y va haciendo crónica del clima y si ha sucedido algo en el pueblo se detiene más en profundidad», señaló la co-editora. Estos diarios se pueden estudiar de diferentes maneras, y desde el punto de vista de un historiador «es un lujazo ver qué pasaba entonces, y lo mismo para un etnógrafo porque también cuenta qué fiesta había ese día, cómo se hacía, cómo era la hoguera si se hacía o si había gaiteros…», comentó.
Deja constancia de inviernos con nieve y lluvia. De hecho, el 1 de noviembre de 1851 Pardo Sastrón apuntó: «Excelente día de Todos los Santos para vestirse de paño, con sus ventoleras y su frío. Nubes». Del 2 al 8: «Ídem. Frío y más frío». Del 9 al 10: «¿Sembraremos? El tiempo sigue bien y aunque poco, repite graciosamente sus chaparrazos a Dios gracias».
En la presentación Miravete se ocupó de explicar cómo ha sido el proceso de edición. Esto incluye una revisión minuciosa de todo el contenido y la adaptación «del lenguaje del siglo XIX al lenguaje y la manera de escribir actual» para hacer los textos más accesibles al lector.
La co-editora destacó que leyendo sus diarios se puede aprender mucho de Pardo Sastrón, ya que «no solo atestiguan los amplios conocimientos científicos y botánicos que poseyó, sino que también se convierten en una inagotable crónica de su tiempo y escenarios vitales». Estos son Torrecilla de Alcañiz y Valdealgorfa, y Castellote y La Codoñera como las dos localidades donde ejerció su profesión.
Desde 1848 hasta 1909, Pardo escribió con tinta y plumilla un total de veintiún cuadernos. Las anotaciones revelan «tres rasgos de su personalidad: paciencia, perseverancia y orden», resaltó Miravete, que también contó algunas anécdotas de la participación del botanista en la vida rural de la época. Un ejemplo es la renuncia de Pardo Sastrón a trabajar fuera para seguir ejerciendo su ocupación como farmacéutico y su pasión, las plantas y los vegetales, en el pueblo.
Presentación en Torrecilla y este viernes en Valdealgorfa
En el acto celebrado en Torrecilla de Alcañiz participaron las editoras del libro, además de la alcaldesa del municipio, Carmen García. En representación del IET y la DPT intervino la diputada Susana Traver, quien calificó al botánico como «un personaje reconocido» y un «referente del que estar orgullosos».
En su turno de palabra, Traver apuntó que Torrecilla de Alcañiz y Vadealgorfa «merecían ser los escenarios de estos actos porque marcan la vida del gran José Pardo Sastrón, desde su nacimiento hasta su muerte». Destacó la línea de actuación marcada por la institución provincial en los últimos años en favor de la descentralización de los actos que realiza el IET y que ha propiciado «que estemos presentando el libro aquí».
De esta forma, dijo Traver, la DPT busca hacer de la entidad cultural «un actor que programa cultura y dinamiza el territorio con la intención de llegar a cada vez más municipios». Además, y en referencia a la temática del libro, subrayó que «en el IET tenemos clara nuestra función de dar a conocer nuestra historia y a aquellos que la han conformado para labrar una identidad propia y remar juntos por un proyecto común». Destacó que el botánico ya fue reconocido por su trabajo en vida y que tanto Torrecilla como Valdealgorfa mantienen su memoria con espacios dedicados a él y el interés por divulgar su trabajo. «Los jardines botánicos que hay aquí deberían darse a conocer más porque es un motivo más para visitar los municipios», dijo.