Las calles de Jatiel se desperezan este martes después de dos días y medio de actividad festiva. Algo que suena muy lejano tras la paralización de la vida social debido a la pandemia. De hecho, después de un 2020 con San Francisco Javier guardado en su capilla, el domingo se volvió a sacar en hombros para procesionar por las calles y pasar junto a los restos de la hoguera que volvió a arder en la víspera en su honor como patrón del pueblo.
Con el puente de la Constitución regresaron las fiestas patronales pero solo algunos actos. Con la pandemia todavía presente, se mantuvieron solo los actos tradicionales. «Coincide que son los que se realizan en la calle», apuntó el presidente de la Asociación Cultural, Javier Gómez. El resto, o no se realizaron o se adaptaron a la situación. El día del patrón fue el viernes 3 de diciembre, día en el que se le honró con una misa, ya que los dos momentos clave llegaron el fin de semana. El sábado se salió al monte a recoger la leña para montar la hoguera en la plaza a la que se le dio fuego con la noche la caída. El domingo por la mañana se celebró la misa baturra. Estuvo precedida por una procesión con el personal ataviado con el traje regional, y la ofrenda al santo en el pilón dedicado a él a las afueras del casco urbano.
La procesión hizo parada en el pilón dedicado al patrón para realizar una ofrenda floral antes de retomar el camino rumbo al pueblo y celebrar la misa baturra en la mañana del domingo./ Asociación Cultural Jatiel La hoguera ardió en la noche del sábado en la plaza del ayuntamiento junto a la iglesia, edificio en el que se protegió la puerta y la urna dedicada a san Pascual Bailón usando el mecanismo y técnica de todos los años. / Asociación Cultural Jatiel
Ecos de 2019
La última vez que se celebraron fiestas como tal con todos sus alicientes en Jatiel fue en 2019. Ese año además contaron con un extra de festejo porque volvió a sonar la campana que se restauró con ayuda del apoyo vecinal que dio sus aportaciones para que así fuera. Tomasa Peralta dio el pregón ese año, por lo que sigue siendo la última pregonera de Jatiel, ya que este año no hubo persona designada para esta tarea. Ese día estuvo acompañada en el balcón del ayuntamiento por su familia desde donde dedicó unas palabras a su marido Homero quien no llegó a ver cómo se volvía a voltear la campana en su pueblo.