En nuestro ‘Diario de un confinamiento’ nos acompaña para escribir la siguiente página el caspolino que ha creado una máquina de respiración para UCIs. Se trata del ingeniero industrial Jorge Cubeles, que aporta de esta manera sus conocimientos, su tiempo y su trabajo ante la crisis sanitaria que está provocando el coronavirus.
¿Qué tal estás?
Muy bien. Personalmente la situación de encierro no la he sufrido en ningún momento porque a causa de este proyecto no he dejado de desplazarme. Hemos tenido que estar en hospitales, en clínicas, en fábricas, en departamentos de ingeniería… así que no he tenido sensación de encierro, casi al revés.
Eres una de las personas que libra esa lucha contra el virus, ¿cómo surgió la idea de crear esta máquina?
A través de un amigo que tengo en Italia vi la situación que sufrían en sus hospitales 15 días antes que aquí, entonces se me ocurrió pensar que podíamos diseñar una máquina para ayudar. A raíz de ahí y con las herramientas que tenía en casa se me ocurrió pensar cómo podía diseñar un respirador, aún sin tener mucha idea del asunto. Hemos tenido que aprenderlo en un tiempo récord, hemos hecho un máster en una semana.
Básicamente lo que hemos construido no es un respirador como los que aparecen en la televisión, hemos hecho una máquina industrial, una máquina que es capaz de conseguir los mismos datos que la máquina más moderna. Para lograrlo he tenido la ayuda de mi familia, de mis hermanos Javier y José, sin ellos hubiera sido imposible; de un médico veterinario, Luis García, que me cedió su clínica de forma voluntaria y sus conocimientos; y también de un médico anestesista del Royo Villanova, Fernando Beltrán. Una vez hicimos el primer prototipo, lo probamos con animales y vimos que la máquina funcionaba, intentamos alzar la voz para que alguien nos escuchase. Dispongo de una patente de esta máquina y decidí cederla de forma voluntaria a la empresa que se comprometiera a fabricarla sin ánimo de lucro.
Este último punto es importante...
Las primeras cinco unidades ya están construidas sin ánimo de lucro. La idea es llevarlas a homologación porque tienen que pasar varias pruebas electromagnéticas, de resistencia, con animales que presenten ciertas patologías… y si todo eso sucede como debe, que entendemos que va a ocurrir en las próximas 48 horas, posiblemente la semana que viene tendríamos la homologación, esas primeras cinco máquinas y la previsión de fabricar otras 50.
¿A qué problemas os podríais enfrentar durante la construcción?
El principal problema que estamos teniendo es la escasez de algunas piezas que son vitales para este equipo, porque esto es una pandemia a nivel mundial y todo el mundo está intentando hacer lo mismo. Estamos buscando la manera de acoplar piezas de otros sectores, pero eso ya dependerá de la fábrica y de si podemos encontrar este tipo de suministros.
Respecto a la máquina, hablamos de respiradores que se utilizarían para tratar pacientes graves, ¿es así?
Sí. La primera versión no es una versión portátil y tiene una diferencia con todas las máquinas del mundo y es que cuenta con una conexión a red. Esto quiere decir que en un hospital como el de Ifema podríamos tener unas 500 máquinas enchufadas y un único puesto de control. Es decir, un único médico podría estar monitorizando 500 pacientes a la vez.
¿Eres consciente de que podéis salvar muchas vidas con esta iniciativa?
Es el principal objetivo, de ahí la idea de que nadie se pueda lucrar con esto, yo el primero. Aquí estamos poniendo trabajo, dinero particular y tiempo pero nadie va a ganar absolutamente nada. No es lo correcto hacer negocio con los problemas de la gente.
¿Qué opinas de quién sí lo intenta?
Creo que el karma pone todo en su sitio, no hay más que esperar. Cuando empecé con este proyecto tuve contacto con una empresa y rompí la negociación porque ellos no me aseguraban que esto se fuera a fabricar sin ánimo de lucro.
Ahora solo queda esperar esa homologación.
La homologación por parte del Ministerio de Sanidad está resultando bastante compleja, entonces lo que vamos a hacer es una homologación ‘in home’, que es una homologación autonómica. Aquí en Aragón esperemos que la máquina esté homologada en 48 horas y si no sucede nada podrá saltar a otras comunidades, porque a través del Ministerio de Sanidad el trámite está resultando totalmente imposible.
¿Cuáles serían los siguientes pasos?
Primero construir esta tirada inicial de cinco unidades del prototipo número 1, porque el 0 es el que construí en mi casa. De estas cinco máquinas, en la última ya se va a incorporar alguna mejora, como es el modo invasivo o no invasivo, que la convertiría en una máquina completa de UCI, y de las que esperamos construir 50. A partir de aquí pasaríamos a una versión 2, que sería una máquina mucho más moderna.
Me reitero, eres una persona excepcional, mi enhorabuena y que todo te salga como quieres, muchas gracias