En el tercer capítulo del Diario del confinamiento del pediatra y cardiólogo infantil, Jose Manuel Siurana, relata su experiencia en el Hospital HM Delfos de Barcelona y esta vez se centra en el desconfinamiento gradual de parte de la población.
Cabe recordar que Siurana tuvo que «reciclarse» para dejar su puesto de pediatra y pasar a ser médico internista atendiendo en primera línea los casos de coronavirus del hospital de adultos al que fue trasladado.
Diario de un pediatra: Efectos secundarios
José Manuel Siurana. Cardiólogo pediátrico. Hospital HM Nens de Barcelona
Hoy voy a dejar de ser políticamente correcto. La única manera de resolver esta crisis es con toda la sociedad actuando conjuntamente. Y así está ocurriendo. Desgraciadamente el gobierno presenta cierto grado de amnesia a la hora de reconocer esta circunstancia. Esto no es un juego político, hay compañeros que han fallecido y otros que se están dejando la piel en muchos hospitales y centros de salud, tanto públicos como privados. La falta de reconocimiento de éstos últimos en las repetidas ruedas de prensa es un insulto para el esfuerzo y valor que todos sus trabajadores están demostrando.
La noticia más importante de esta semana es que el gobierno ha tomado la decisión de desconfinar a parte de la población. Esto me estremece. La semana pasada empezó con informes esperanzadores, pues la curva de contagios se aplanaba y la soga del cuello se aflojaba, pero conforme avanzaba la semana descubrimos con decepción que la cifra diaria de nuevos positivos se mantiene y continua sin descender. La presión de pacientes ya no es tan asfixiante y aunque, logísticamente hemos mejorado mucho, ya está calando el convencimiento de que lo que iniciamos hace 4 semanas es una carrera de fondo, con todos los inconvenientes que eso comporta: desabastecimiento, agotamiento, estrés emocional, infradiagnóstico de otras patologías, etc. No sé cuánto tiempo más podremos aguantar con los hospitales hipertrofiados, atendiendo casi exclusivamente pacientes Covid.
Por lo tanto, ahora toca ser responsables y mantener las medidas de higiene y la distancia social. Este coronavirus ha venido para quedarse y no podemos más que retrasar su expansión en nuestra sociedad. Es un verdadero depredador con un hambre insaciable por los más débiles y necesitados. Hay un dato que me ha llamado la atención en las cifras de EE.UU: el porcentaje elevado de muertes en la población negra. Quisiera pensar que se trata de alguna diferencia racial que los hace más susceptibles al Covid-19, pero mucho me temo que está más relacionado con el acceso al sistema sanitario. No dejemos que algo similar ocurra en nuestro país. Nosotros tenemos también nuestra propia estadística macabra en las residencias de ancianos.
Para finalizar, quiero aprovechar para lanzar un recuerdo muy especial a todos los sanitarios que han dejado su vida ayudando a los demás, con una mención particular al Dr. Luis Pérez, que nos dio una lección de vida a todo el grupo HM Hospitales y al que su hija ha dedicado un emotivo texto que conviene leer. Todas las ruedas de prensa deberían empezar con el recuerdo de todos ellos.