Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea, ofreció el viernes una conferencia en el marco de las jornadas previstas por el Ayuntamiento de Alcañiz en relación al bombardeo y el Día de la Memoria Democrática. Las guerras del siglo XX, motivo de su ponencia, no quedan ahora tan lejos como pensábamos. El valdealgorfano reflexiona sobre el conflicto de Ucrania y Rusia relacionándolo también con episodios pasados.
¿Con qué deberíamos quedarnos de su conferencia en Alcañiz?
Elegí destacar cuatro grandes catástrofes del siglo XX que han tenido memorias enfrentadas y divididas. Escogí primeramente la Primera Guerra Mundial, que con nueve millones de muertos dejó un montón de viudas, huérfanos…; y apareció por primera vez lo que un historiador americano, Jay Winter, llamó los Teatros de la Memoria. Empezamos a ver aparecer cruces en todos los cementerios de las zonas en las que se había luchado, vencedores y vencidos; las listas de nombres aparecieron en las estaciones, en las escuelas por primera vez en la Historia. Después elegí la Guerra Civil Española, donde no hay inocentes y podía bombardearse lo que se quisiera: se ve en Alcañiz; se ve en el gran símbolo internacional que fue ‘El Guernica’ de Picasso. Cogí también la Segunda Guerra Mundial, que es el paradigma de las limpiezas étnicas, de los genocidios y también del avance de las tropas soviéticas y de la violencia sexual contra mujeres por primera vez en la Historia de una forma muy clara. Y cogí, por último, todas las revoluciones del 89, la caída del Muro de Berlín, todo lo que fue la quiebra de la Unión Soviética; y traté de demostrar cómo las cuatro grandes masacres tienen memorias divididas dependiendo de nación, clase, de raza, de religión, de género; y presentes divididos en torno a ellas.
¿Y cuáles son las conclusiones?
Una de las conclusiones que saqué es que las masacres han dejado muchos restos pero no tanta educación, no han llegado tanto a los colegios, no se estudiaron tanto. La Guerra Civil fue un tema tabú durante 30 años… y le pasa igual a Bosnia y Serbia. Después, otra conclusión era que ya no se pueden explicar las guerras solo con los hombres. En la primera semana de la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso hemos visto, sobre todo, decenas y decenas -ya son más de un millón y medio- de personas, fundamentalmente mujeres y niños, que van a crear un problema de orden y de seguridad internacional e incluso divisiones importantes en las sociedades. Fue una conferencia con mucho telescopio, como me gusta, para que la gente vea que todo es transversal, de color, caleidoscópico.
¿Ha cambiado el papel de la mujer en el conflicto ucraniano respecto a lo que habíamos visto en otras guerras?
Los historiadores hace mucho tiempo que empezamos a estudiar el papel de las mujeres, pero el tema de la violencia sexual solo apareció y se convirtió en un tema de urgencia ética con la violación sistemática de mujeres musulmanas en la guerra de Bosnia. Además es la primera vez que se lleva a criminales de guerra al Tribunal Internacional de La Haya. A partir de ahí los historiadores decimos: vale, vamos a revisar lo que ocurrió en el genocidio armenio contra los cristianos y nos dimos cuenta de que, en su huida, a las mujeres las habían violado sistemáticamente y muchas de ellas preferían tirarse al río antes de ser violadas y morir… Hay gente que cree, y como la ultraderecha de Europa lleva un discurso frente a género, que esto es una especie de moda, en vez de ser un punto fundamental de la igualdad. Es un tema más allá del debate político, es un tema sobre la dignidad, sobre el peso del machismo en la vida cotidiana. Todo esto está costando debates, y cuando cuesta debates es que hay mucha gente que resiste.
¿Existe el peligro de que se comience a ejercer violencia sexual sobre las mujeres ucranianas?
18Nada es unidireccional en la Historia. Por que haya habido denuncia de los crímenes sexuales o porque haya una conciencia y los historiadores lo hayamos estudiado no significa que ahora no vaya a pasar. Yo creo que si la guerra se mantiene, en la deshumanización del contrario, habrá violencia sexual. Ahora estamos en lo que se llama invasión, pero yo anuncio, porque la Historia lo dice muy claro, que si esto se mantiene ya no es invasión, es ocupación. Porque además parece que hay dos bandos pero luego la cosa se multiplica: empieza a haber paramilitarismo, gente que responde a otros intereses, personas a las que arman en contra de otras cosas. Vamos a ver cómo evoluciona todo pero los legados del pasado no son nada positivos y la ideología de Putin es la Historia. Eso significa que él trata de recomponer un imperio que cree que lo quebraron las democracias. Cuando cae la Unión Soviética él tiene 40 años y estaba en el KGB, y pertenece a una generación que vio el 91 como un desastre, porque aquel imperio se deshizo. Luego la cosa se complica, porque entran en juego otros actores internacionales… porque él no quiere invadir Ucrania para quedárselo y estar solos. Él necesita un escenario internacional en el que tú y yo estemos hablando de esto, pero en el que también esté la OTAN, Estados Unidos, la ONU, toda la prensa… Él ha obligado a cambiar el paso a todo el mundo, pero también se lo van a cambiar a él, aunque por el momento le da igual.