El Melocotón de Calanda D.O., los Tomates Secos de Caspe o las olivas del territorio son algunos de los productos que se han colado en las cocinas del IES Mar de Aragón de Caspe. Los alumnos de la Formación Básica de Cocina y Restauración están trabajando en novedosas recetas y creaciones con los alimentos que sus compañeros del grado de Agropecuaria les proporcionan. Asimismo, los estudiantes del área de Administrativo se han encargado de etiquetar los productos finales y crear un espacio en su página web para la compra de los mismos.
Todo ello, para mostrar y presentar las novedosas elaboraciones. La kombucha de Melocotón de Calanda, el kéfir de Tomates Secos de Caspe o las olivas aromatizadas con chile son algunos de esos productos que más llaman la atención, pues combinan lo local con las tendencias gastronómicas. «La kombucha es una bebida milenaria que ha resurgido actualmente en el mercado, dadas las buenas características que tiene a nivel de probióticos. Es una alternativa muy buena a los refrescos que tomamos habitualmente», señala José Luis Otero, profesor del ciclo. Este refresco también lo han elaborado con sabor a Tomate Seco de Caspe, aunque estos tomates se han colado también en otras muchas producciones como el kéfir o las olivas aromatizadas.

Por su parte, el kéfir es otro de los productos estrella de estas cocinas. Lo hay con sabor a cereza, menta, tomate o lo que a los alumnos les apetezca. «Esta bebida es muy versátil y la realizamos con muchísimos productos distintos. Además, los alumnos nos dan su punto de vista y proponen sabores que les apetece beber», reconoce el docente.
Respecto a la elaboración, la kombucha consiste en un té fermentado. De ahí que haya infinidad de sabores con los que desarrollarla. Por su parte, el kéfir puede ser o bien de leche fermentada, o bien de agua con azúcar también tras un proceso de fermentación. Esta bebida también permite introducirle multitud de sabores. Ambas elaboraciones son «mucho más saludables que la mayoría de las bebidas del mercado» insiste Otero.
Los encurtidos, las confituras y las mermeladas tampoco faltan en los fogones del IES Mar de Aragón. Los alumnos de este ciclo recolectan y limpian las olivas no recolectadas en los olivos y dan lugar a aceitunas con aromas de distintos sabores como jengibre y limón, romero o chile ahumado. Estos tarros se exponen los jueves durante las jornadas del ‘Restaurante didáctico’ y alumnos y profesores pueden catarlas. Además, estos encurtidos se pueden adquirir en la página web del instituto.
La filosofía de este proyecto es que no se tira nada. Los alimentos del campo que estarían destinados para el destrío consiguen una segunda vida en las cocinas de este instituto. Lo mismo ocurre con los recipientes, donde se envasan las olivas aromatizadas que elaboran estos futuros cocineros. El conjunto de la comunidad educativa del centro lleva a hasta esta cocina los tarros que ya no utiliza y los alumnos de Cocina y Restauración los higienizan y preparan para un nuevo envasado. «Nos ha gustado mucho este proyecto porque hemos podido colaborar en que no se desperdicien alimentos del campo«, destaca la alumna Alexandra Cociuba. Por su parte, Jesús Buisán, otro de los estudiantes de este ciclo, subraya la posibilidad que el proyecto les ha proporcionado para innovar con los alimentos tradicionales y locales.
Donde se pueden comprar¿?¿