La tradicional romería al Santuario de Monserrate evidenció la necesidad de una actuación urgente en el monumental templo
Los vecinos de Fórnoles disfrutaron el domingo de una de las romerías más legendarias y emocionantes del territorio. Se trata de la romería al monumental santuario de Monserrate, a la que asistieron más de un centenar de personas.
Desde primera hora de la mañana numerosos vecinos de la localidad, así como de municipios vecinos, se dieron cita en torno al santuario para montar las mesas en las que posteriormente comieron en hermandad. A las 13.30 tuvo lugar la tradicional misa en el gran claustro del santuario y a la que asistieron más de un centenar de feligreses.
Tras la misa, los asistentes, portando la reliquia que alberga el santuario, hicieron un recorrido por el entorno del santuario llegando hasta las inmediaciones de la carretera para detenerse junto a la cruz de término en donde precisamente el párroco procedió a la bendición de los términos. Tras los actos litúrgicos los romeros se juntaron por peñas y cuadrillas para comer en hermandad y disfrutar de una comida campestre en una jornada que se alargó hasta últimas horas de la tarde. La organización además instaló una barra con bebidas en las inmediaciones del templo..
La romería de Monserrate esconde una interesante historia: cuenta la leyenda que en una época de gran sequía, los habitantes de 9 municipios cercanos, acudieron el día de Santa Mónica, por casualidad y sin haber quedado, a rogar para que lloviese, hecho que, según la leyenda, finalmente ocurrió ese mismo día.
Se trata de los municipios de Fórnoles, Ráfales, Castelserás, Valdealgorfa, Belmonte de San José, Torrevelilla, Valdeltormo, Valjunquera y Valdealgorfa y fueron, del mismo modo, muchos los vecinos de estas localidades las que acudieron al santuario. De este modo hermandad, devoción, leyenda y reivindicación confluyeron en el incomparable marco del santuario fornolino, todo ello acompañado de una temperatura inmejorable.
Una joya en peligro de derrumbe
La jornada sirvió nuevamente, para poner de manifiesto la necesidad de actuar de manera urgente en el edificio, joya del gótico y del renacimiento y catalogado como Bien de Interés Cultural. Varios flancos del claustro presentan un deplorable estado de conservación y parte de las dependencias del extremo Este se han venido abajo en los últimos años. Vecinos y consistorio llevan décadas demandando a DGA y Arzobispado una actuación que ayude, como mínimo, a consolidar la estructura del majestuoso edificio. Sin embargo la tan ansiada rehabilitación nunca llega a pesar de que sucesivos consistorios han estado más de 20 años luchando porque el arzobispado, propietario del edificio, o DGA aportasen fondos para su restauración.
Tan solo se consiguió, hace 15 años, que se actuase en las cubiertas y bóvedas del interior del claustro; sin embargo la falta de presupuesto hizo que las obras se paralizasen. Según la también leyenda popular, el origen de este santuario, también llamado de Santa Mónica, se remonta al siglo XII, cuando un pastor encontró en este paraje la Santa Imagen. Después de llevarla al pueblo, la imagen volvió a aparecer aquí por dos veces, por lo que se decidió edificarle una pequeña ermita.
La construcción data del siglo XIV, en que se construyó la iglesia en sustitución de la primitiva ermita. En el siglo XVII se reformó la Iglesia y se amplió el recinto con un claustro, la antigua hospedería y la masía que se conservan aún en la actualidad
Asimismo, el entorno cuenta con varios cipreses centenarios catalogados como árboles monumentales.