La restauración del monumento comenzará este año y dotará a Berge de un nuevo atractivo turístico
El Gobierno de Aragón actuará antes de que acabe el año en la Torre Piquer, ubicada en el municipio de Berge, en la Comarca del Bajo Aragón, y declarada Bien de Interés Cultural en 2006. El monumento, una vez restaurado, se convertirá en un nuevo atractivo turístico para el Parque Cultural del Maestrazgo. La memoria de actuación contempla varios trabajos de restauración que se van a centrar en el apuntalamiento de la torre y su consolidación, así como la limpieza de su entorno. Por su parte, la Comarca del Bajo Aragón será la encargada de acondicionar los accesos.
El director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín, destacó ayer el interés de esta intervención en un monumento de tiene un gran valor patrimonial y que «supone un nuevo aliciente para el Parque Cultural del Maestrazgo, ya que permitirá crear una nueva ruta en una zona como Berge, que será más visitada». Así mismo, Escuín recordó que Patrimonio «no solo colaborará en las tareas de consolidación y restauración, sino también en su difusión a través de la elaboración de guías que se hacen directamente desde el Parque».
Los trabajos previos, tal y como explicó Escuín, van a estar basados en la elaboración de un informe y de una memoria valorada para comenzar con los trabajos de consolidación de los muros, la limpieza de la torre y de su entorno. Además, los accesos también serán acondicionados para que «los ciudadanos puedan disfrutar de este tesoro patrimonial».
Por su parte, el presidente de la Comarca del Bajo Aragón, Manuel Ponz, recordó la apuesta que se está realizando en el territorio con el objetivo de dinamizar el sector turístico. Una comarca que, tal y como señaló Ponz, «cuenta con un importante patrimonio histórico que se debe potenciar y difundir». La Torre Piquer, dijo, «es una torre medieval con unas características especiales que está siendo muy visitada, a pesar del estado en el que se encuentra». La restauración, en palabras de Ponz, tiene el objetivo de conseguir que el monumento «sea más atractivo para aquellos que lo visiten».
Una torre del siglo XVI
La Torre Piquer, declarada Bien de Interés Cultural en 2006, podría encuadrarse hacia el siglo XVI, dentro de las tipologías habituales en arquitectura defensiva que tenía el objetivo de controlar los accesos de los caminos colindantes. Se trata de una torre esbelta de 4 alturas y con base cuadrangular construida en gruesos muros de mampostería. El acceso, enmarcado en sillería, se realizaba por la fachada noroeste y está elevado varios metros del suelo.
La tipología del conjunto actual la conforman la torre y unas construcciones agrícolas contiguas que, junto a las tierras de cultivo a su alrededor, forman una masada o masía fortificada que se añadió al monumento medieval tiempo después.