Una tortilla de caracoles típica de la romería a la ermita del Llovedor en Castellote, o unas anguilas de la Estanca de Alcañiz son sólo dos de las más de 400 recetas aragonesas originales que recopiló el periodista y gastrónomo alcañizano Darío Vidal (1934-2020) durante los años 70 y que acaban, por fin, de ver la luz. El exhaustivo trabajo de investigación que realizó -fue pueblo por pueblo pidiendo a los vecinos que le confiaran sus platos familiares-, lo legó en su amigo Ismael Ferrer, profesor de gastronomía. Ha sido este barbastrense quien después de tres años de dedicación ha dado forma a la publicación ‘El arte de la cocina aragonesa’ (editorial Prames) y «ha hecho justicia» a Vidal, quien vio con ojos propios como otros se apropiaron de sus recetas. Por eso, no es de extrañar el sabor dulzón que percibieron sus vecinos, amigos y familiares durante la presentación del libro este martes en el Palacio Ardid de Alcañiz.
El autor de la obra, Ismael Ferrer, detalló cómo las páginas -además de recoger ingredientes, formas de preparación, herramientas, métodos y tiempos- indagan y repasan el sustrato social y familiar sobre el que se asienta la familia aragonesa a lo largo del tiempo. «La gastronomía aragonesa es parte de nuestra identidad, y nos corresponde conocerla y defenderla. Este libro es la base sobre la que comenzar a trabajar de manera colectiva para recuperarla. En la actualidad no tenemos ningún restaurante especializado en cocina aragonesa, algo impensable en otras comunidades como la vecina Cataluña», señaló Ferrer.
Junto a él, estuvieron el editor de Prames, Rafael Yuste; el alcalde de Alcañiz, Miguel Ángel Estevan; y la directora de La COMARCA, Eva Defior. En su turno, Yuste recordó el día en que quedó con Ferrer «en un bar de carretera» para conocer el proyecto. «Me pareció fascinante. Estaban los fundamentos de nuestra cocina aragonesa y nuestra editorial, como sabéis, está estrechamente ligada al territorio», destacó.
Por su parte, la directora de La COMARCA, Eva Defior, recordó a su amigo Darío Vidal como «un defensor de la identidad aragonesa» y explicó al público cómo recetas como la del ‘Bacalao de Don Miguel’, inventada por el propio padre de Vidal, «delatan a quienes se apropiaron de su trabajo». Mientras el alcañizano estaba sumergido en el proceso de investigación le contó «con total confianza» algunas de ellas a Jaime Buesa, quien filtró los ingredientes y la preparación. Así se publicó un libro denominado ‘Cocina Aragonesa’, firmado por Antonio Beltrán y como recetario de José Manuel Porquet.
Alcañiz entregará el Premio de Gastronomía Darío Vidal Llisterri
El alcalde de Alcañiz, Miguel Ángel Estevan, anunció durante la presentación del libro ‘El arte de la cocina aragonesa’ que el Ayuntamiento de la capital bajoaragonesa será quien entregue a partir de este año, junto a FEMOGA, el Premio de Gastronomía Darío Vidal Llisterri. Alcañiz dará, así, relevo a la labor que desde el 2020 lleva realizando Sariñena. El objetivo de este galardón es «poner en valor a aquellas personas que durante toda su vida han trabajado para salvaguardar el patrimonio agroalimentario aragonés». Uno de los anteriores premiados ha mantenido la vaca pirenaica, mientras que el otro ha garantizado la existencia de los nabos de Mainar. En esta próxima edición, hay seis candidaturas que el jurado tendrá que valorar.
«Traeremos el premio a Alcañiz para poner el mismo cuidado que hasta ahora han tenido en Los Monegros con el legado de nuestro escritor. Hemos de ver qué formato elegimos para la configuración del premio, en el marco de qué tipo de celebración o actividad podemos incluirlo, para darle el realce y el tono que se merece», explicó el alcalde de Alcañiz, quien definió a Darío Vidal como «el gran valedor de la gastronomía de Aragón».