El Ayuntamiento de Lledó demanda recursos para poder hacer frente al exponencial aumento del número de niños y niñas. El consistorio mantendrá una reunión con el servicio provincial de Educación para buscar una solución ante la falta de un espacio para que los alumnos puedan impartir sus clases de educación física. Existe una seria falta de espacio después de que el colegio haya pasado de tener tan solo 3 alumnos en 2013 a contar actualmente con 36. De hecho, el centro tuvo que ser ampliado con la construcción de una nueva aula anexa al antiguo edificio.
Así se puso de manifiesto tras la polémica que se generó hace varios días después de que una de las madres del colegio hiciese pública una carta en la que acusaba al consistorio de «poner trabas» sistemáticamente a la hora de ceder el interior del hogar social para poder albergar las actividades de educación física los días en los que la meteorología impide el uso de la pista exterior. Pese a que por el momento desde el Ampa no han manifestado una opinión oficial respecto al contenido del documento, en dicha carta, la madre explica que el Ayuntamiento había decidido «no ceder el pabellón», como se había hecho siempre, en horario escolar.
Desde el consistorio por su parte respondieron que tan solo un tercio de los 36 niños y niñas matriculadas en el colegio de Lledó y sus familias viven en el municipio y que se están viendo desbordados por la falta de recursos disponibles en un ayuntamiento de 170 habitantes. Consideran difícil poder gestionar este exponencial aumento de matrículas. «La mayor parte de los alumnos que vienen a Lledó no viven aquí. Educación nos hizo un nuevo edificio pero ahora todos los gastos los tenemos que sufragar nosotros», explicó Maria Teresa Crivillé, alcaldesa de Lledó. El equipo de gobierno no ocultó su malestar y calificó de «irresponsable y frívolo» el contenido de dicho documento. «Nos parece una carta muy desafortunada que ha escrito una madre que no es del Ampa, no vive en Lledó y son todo bulos y falsedades», añadió Crivillé.
Añadieron además que «temen» por la seguridad de los alumnos en un espacio que suele ser utilizado por el municipio para distintos actos lúdicos y culturales. «El pabellón no reúne las condiciones necesarias para albergar a los niños. Es peligroso para nuestros niños y ello nos preocupa. No vamos a permitir que por una irresponsabilidad tengamos que lamentar daños mayores», añadió Crivillé.
La primer edil manifestó que la responsabilidad, en cualquier caso, es del departamento provincial de Educación, organismo con el que pretenden mantener una reunión. No obstante, desde el consistorio reconocieron la «buena disposición» del director general de Educación, Jesús Villel, a la hora de desencallar esta situación y afirmaron que previsiblemente se celebrará dicha reunión a corto plazo.
Hace falta conocer la ‘clase de gente’ que son algunos de esos padres y madres de los niños que van a esa escuela. Quizas la percepcion de las cosas seria muy diferente.
La clase de gente que lleva a sus hijos a Lledó es gente que decide libremente donde escolarizarlos, igual que escogió libremente vivir en el medio rural sin la ayuda de familia cercana (la que tienen los del «pueblo»).
El Ayuntamiento de Lledó siempre ha dejado el salón para educación física y otras actividades. ¿Qué ocurre este año? ¿Acaso ahora ya no es un lugar seguro?
En Lledó actualmente hay 33 niños escolarizados, 16 de los cuales están vinculados al pueblo.
Todas las familias de los alumnos del cole de Lledó son del AMPA. Todas sin excepción.
A lo mejor esta madre podría haber tratado el tema de otra manera, pero lo que está claro es que sí que el Ayuntamiento pone trabas al buen funcionamiento educativo.