El Arenal de Fonseca de Ladruñán conservan los restos de ocupación humana más antiguos de Aragón
Castellote, y más en particular una de sus pedanías, el pueblo de Ladruñán, pueden presumir de tener una de las concentraciones de arte rupestre levantino más interesantes de todo Aragón. En concreto, los yacimientos de El Arenal de Fonseca son unos de los más valiosos de todo el territorio. Allí se encuentran los restos de ocupación humana más antiguos de Aragón, correspondientes a la época Gravetiense, en torno al 25.300 a.C.
Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un equipo de investigación capitaneado por los arqueólogos Pilar Utrilla, Rafael Domingo y Manuel Bea, tras años dedicados al análisis de los restos encontrados en este yacimiento. Conclusiones que han publicado en un monográfico titulado El Arenal de Fonseca (Castellote): ocupaciones prehistóricas del Gravetiense al Neolítico y que fueron explicadas de la mano de Manuel Bea este sábado al pie del yacimiento durante la celebración del II Día del Geoparque del Maestrazgo.
Uno de los aspectos más llamativos del estudio realizado en Ladruñán es que en los abrigos donde se encuentran las manifestaciones de arte rupestre, también se atestiguan restos de ocupación humana durante varias etapas. La primera de ellas data del 25.300 a.C., cuando se sabe que hubo Homo Sapiens viviendo en esta localización. «Este yacimiento es especial porque no es nada habitual encontrar arte y secuencias de ocupación humanas en el mismo lugar. Las pinturas, pensamos, eran consideradas como pequeños santuarios, como señalizadores o incluso como marcadores de territorio. Precisamente por eso, no tenían funcionalidad de habitación», explica Manuel Bea, uno de los arqueólogos que trabaja en el proyecto.
Los restos encontrados en este yacimiento desde que se realizaron las primeras excavaciones, a principios del 2000, han servido para constatar el paso de diferentes poblaciones por estos abrigos. «Se ha ido ocupando a lo largo del tiempo. El primero fue el de los Homo Sapiens, pero sabemos que también fue ocupado en el Macrolítico, 8.300 a.C., en el Epipaleolítico Geométrico, 7.300 a.C., y en etapas Neolíticas, del 6.600 a.C.», detalla Bea.
El paso de diferentes sociedades también queda patente en el arte rupestre que se puede ver en el yacimiento. Por un lado están las manifestaciones artísticas referentes a las épocas más antiguas, de «cazadores recolectores», hasta llegar a la época del Neolítico con un arte esquemático, «donde la esencia está en las formas». «Encontrar esto es algo más habitual que el tema de que los abrigos sirvieran como vivienda para poblaciones antiguas, aunque también es interesante. Nos hace pensar que compartían una misma idea», dice Bea. Ciertamente es algo parecido a lo que ha ocurrido a lo largo del tiempo en otro tipo de manifestaciones simbólicas, como en la religión. De hecho, son muchos los templos cristianos que se han levantado sobre restos musulmanes. «En el caso de las pinturas no conocemos el motivo, pero pensamos que puede tener un valor simbólico».
En la búsqueda de puntos de unión
Una vez terminado el trabajo de campo en los yacimientos de Ladruñán, el equipo de investigadores se pone ahora un objetivo todavía más complejo: conectar y relacionar los abrigos rupestres de todo el Bajo Aragón. «El campo que ahora tenemos es mucho más amplio porque queremos encontrar las relaciones del yacimiento de Fonseca con otros muy similares en el territorio. Nos tiene que llevar a poder relacionar elementos concretos de unos y otros para llegar a algo más amplio. Ojalá podamos describir, de la forma más real posible, cómo eran las poblaciones prehistóricas que habitaban estos territorios», destaca Manuel Bea.
Y es que como apunta Bea, toda la zona de Castellote, y en particular Ladruñán, cuenta con concentraciones de arte rupestre levantino «muy interesantes». «En poco espacio encontramos cinco o seis conjuntos muy destacados». Entre ellos están los de La Vacada y El Torico, ubicados en el entorno de Ladruñán y La Algecira, que conservan representaciones muy valoradas por los arqueólogos. Pero Bea también destaca otros yacimientos como el de Cantalar I en Montoro de Mezquita o el «espectacular» abrigo del Barranco Hondo en Castellote. «Hasta el momento es el único conjunto con grabados levantinos de la península ibérica, es decir, es único en el mundo. Por eso, podemos decir que el conjunto de arte rupestre del Bajo Aragón es excepcional», finaliza Manuel Bea.
ignotis parentibus dice
Los autistas artistas también estuvieron en Aragón.
Antonio Martín Costea dice
La información es errónea. En las terrazas de Teruel se encontraron -ya con cierta antigüedad- materiales del Paleolítico Inferior. En Mas de las Matas se han encontrado materiales del Paleolítico Inferior y algunos del Paleolítico Medio (incluido un yacimiento); el hecho de que la mayoría de ellos sean inéditos no quita su importancia. También de Castelserás es el yacimiento musteriense de Cabezo Marañán, del que proceden abundantes materiales líticos.
Los restos de Arenal de la Fonseca correponden a diversos períodos que van del Paleolítrico Superior al Neolítico, notablemente más modernos que los anteriores.