Maella homenajeó este miércoles 8 de diciembre a uno de sus más ilustres artistas, a Antonio Pons Cirac. El acto, organizado por el Ayuntamiento de Maella (en colaboración con el Centro de Estudios Maellanos), duró unos 40 minutos y en él se puso en valor el legado en cristal (reconocido a nivel internacional) que dejó el maellano durante sus 76 años de vida. Para ello, se proyectó un audiovisual bajo el nombre ‘Las Manos de Pons Cirac’ y se repartió una detallada biografía del autor entre los asistentes. En el acto intervinieron Jesús Zenón, alcalde de Maella; Noelia Peiró, concejal de Cultura; y Jesús Godina, responsable del Centro de Estudios Maellanos.
Por medio de este acto, según la concejal de cultura Noelia Peiró, «algo más pequeño de lo querido debido a la pandemia», los vecinos de Maella pudieron recordar y valorar el excelso y en muchas veces desconocido trabajo de un artista como Antonio Pons Cirac. «Aquí en Maella enseguida pensamos en Pablo Gargallo, pero no podemos olvidarnos de otros excepcionales artistas como Pons Cirac o Joaquín Hernández. En el caso de Cirac incluso nació en la misma calle que Pablo Gargallo», expresó Peiró.
Un artista de renombre internacional
Antonio Pons Cirac no había cumplido los dos años sus padres se trasladaron a Barcelona y allí fue alternando los estudios con su afición por el dibujo. Sin embargo, él siempre se mantuvo muy relacionado con su localidad natal.
Con diecinueve años, empezó a trabajar en un taller dedicado a la talla de cristal. Pronto destacó en su labor creativa, de manera que no tardó en tener encargos. A los seis meses ya era primer oficial en su trabajo, y al año siguiente se estableció por su cuenta, para poder crear con total libertad sus obras talladas en cristal.
En 1953 presentó por primera vez sus obras compuestas por jarrones en la Primera Exposición Internacional de Madrid, y fue galardonado son medalla y diploma de honor. A partir de entonces expuso en salas como «La Pinacoteca» de Barcelona, la Primera Exposición de Vidrio y Cristal en la Sala de Bellas Artes de Madrid, en la sala «Los Certales» de la capital española e incluso en la sala de arte Darcy Galleries de Nueva York.