Tras dos años de contar como Hermanos Mayores de Honor con colectivos como la Fundación Down y la Guardia Civil de Alcañiz, la junta directiva de la Hermandad del Silencio decidió darle un giro y enfocar el nombramiento en una familia alcañizana que desfila en las procesiones, que vuelve a casa de los padres a vestirse y que transmite de generación en generación la mejor de las tradiciones. Estos motivos hicieron posible que la familia Maldonado fuera la elegida para ostentar dicho cargo.
El nombramiento tuvo lugar en el transcurso del capítulo que la Hermandad celebró el pasado mes de enero. Los hijos, hijas, nietos, nietas y biznietos de José María Maldonado, fundador del Silencio y la persona que en su día inculcó a sus descendientes la pasión por la Semana Santa y que jamás faltó a su cita de Jueves Santo hasta que la edad se lo impidió, estuvieron presentes en dicho acto. Ahora, pasadas unas semanas del nombramiento y con la problemática que se está viviendo, todos ellos son partícipes de un sentimiento común que no es otro que el del más sincero agradecimiento a la junta directiva por haberse acordado de su padre. «Era una persona que no dudó en permitir y fomentar la presencia de sus hijas cuando aún apenas salían mujeres en las filas, porque, siempre creyó que era necesario dar un impulso a la Semana Santa alcañizana y pasaba por la incorporación de la mujer», recuerda Carmen Maldonado.
Todos estos sentimientos se han visto en parte rotos o amortiguados por la no celebración de la Semana Santa. Pero los descendientes de José María tienen muy claro que aunque este año no han tenido la posibilidad de desfilar tras el Cristo del Silencio, sí que tendrán la oportunidad de hacerlo en 2021. «Todos nosotros, desde el más mayor hasta el más pequeño vamos a esperar con una impaciencia lógica el transcurrir de los meses hasta que el próximo año podamos vestir nuestras túnicas negras y nuestros capirotes blancos, porque si de una cosa estamos seguros es que todos desfilaremos», asegura Carmen.