El Matarraña cuenta con una nueva Doctora en Química entre sus habitantes. Se trata de María Gil Moles, una joven valderrobrense de 30 años que hace escasos días fue reconocida por la Universidad de La Rioja por su investigación en una terapia experimentar antitumoral y que podría ser utilizada en unos años para la lucha contra el cáncer. Gil moles obtuvo oficialmente el doctorado el pasado 28 de noviembre. La Universidad riojana le comunicó que había logrado el sobresaliente cum laude por su tesis doctoral que le llevó más de 4 años de trabajo. «Estoy muy contenta porque se ve reconocido un trabajo que ha sido apasionante pero también muy duro», explica la doctora valderrobrense María Gil.
Vocación científica
La valderrobrense finalizó el bachillerato en Valderrobres y decidió matricularse en la Universidad de Zaragoza, donde se licenció en Química. Reconoce que los años de carrera le «supieron a poco» y quiso continuar estudiando. Tras solicitar información en varias universidades le surgió la tan esperada oportunidad de continuar con su labor de investigación en Logroño. «Estoy especializándome en esta rama más bioquímica».
Su camino no acaba aquí. La valderrobrense iniciará el próximo día 3 de enero una nueva etapa en la Universidad Técnica de la ciudad alemana de Braunschweig para estudiar la actividad antitumoral de complejos de oro. Sin embargo Gil lo tiene claro. Su objetivo es desarrollar su carrera en España. Pese a estar muy ilusionada con su nueva etapa de dos años en Alemania lo cierto es que no oculta su decepción con el trato de las instituciones españolas hacia todo el sector de la investigación y aprovecha para lanzar un alegato de defensa de los profesionales y científicos que salen de las universidades españolas. «A mí lo que realmente me gustaría es investigar en mi país. De momento me voy porque he encontrado una oportunidad inigualable, pero mi meta es poder volver y para volver necesitamos que los políticos crean en la ciencia», añade. Recuerda algo denunciado por otros tantos miles de investigadores de todo el país que no es otra cosa que la falta de una continuidad en las inversiones por parte de las instituciones hacia la labor de investigación. «Fuera de España se nos valora muchísimo. Pero aquí creo que falta esa sensibilidad por parte de las instituciones», explica Gil Moles.
Química para luchar contra el cáncer
«Fuera de nuestro país se nos valora muchísimo, pero aquí falta sensibilidad»
Tal y como detallan desde la Universidad riojana, los objetivos de la tesis doctoral de María Gil fueron la síntesis, caracterización y estudios de las propiedades biomédicas y de luminiscencia de derivados de oro y planta. En primer lugar, se evaluó la actividad citotóxica in-vitro que presentaban los derivados de oro y plata sintetizados en diferentes líneas celulares como cáncer de pulmón, leucemia, cáncer de colon y cáncer de mama. Sin embargo no se descarta continuar con la investigación, en este caso, en células in vivo, es decir, en un organismo animal o humano.
En todos los casos se obtuvieron unos resultados que calificaron como de «excelentes», ya que, explicaron, los derivados sintetizados durante la investigación resultaron ser mucho más activos que el fármaco que se utiliza actualmente para el tratamiento de diversos tipos de cáncer y que se conoce como Cisplatino. Además, se realizaron estudios para evaluar la selectividad que presentaban frente a células sanas.Para ello se extrajeron los linfocitos T de la sangre de pacientes sanos y se comparó su actividad frente a ambos tipos de células, sanas y cancerosas.
Gracias a este estudio se pudo también determinar que algunos compuestos presentaban una elevada selectividad frente a células cancerosas de distintos tipos y mostraban menor citotoxicidad frente a células sanas, lo que aumenta la probabilidad de que generen menos efectos secundarios, lo que los hace buenos candidatos para el desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer. Asimismo, se llevaron a cabo estudios para determinar los posibles mecanismos de acción, observándose que los compuestos sintetizados son capaces de interaccionar con biomoléculas importantes como el ADN y la enzima Tiorredoxina reductasa. Ambas son dianas biológicas importantes para el desarrollo de nuevos agentes anticancerígenos, dado que desempeñan un papel crucial para la supervivencia celular.