Los paisajes del entorno agrícola y mediterráneo de Cretas como fuente de inspiración. Marilina Ferrer nació en la denominada Masía de Filomena en la localidad de Cretas. La cretense lo dice a las claras. Es masovera y precisamente de ahí llegó su inspiración. Los paisajes y vistas de las que disfrutó en su infancia y juventud fueron determinantes para su sensibilidad artística y por ello desde muy pequeña tuvo muy claro que tarde o temprano desarrollaría su faceta como dibujante y pintora.
Su masía natal está situada en una finca al Noroeste del término municipal de Cretas. La artista cretense recuerda sin embargo que, a pesar de que la vida en aquellos años era muy diferente a la actual, su familia le transmitió la sensibilidad por el arte. Ferrer recuerda cómo tanto su familia, como otros masoveros de fincas vecinas, les fabricaban sus propios juguetes y hasta instrumentos musicales. «Hacíamos lo que podíamos y con lo que teníamos, pero recuerdo que siempre estábamos diseñando alguna manualidad que podía ser desde un juguete a algún artilugio para el hogar», recuerda Ferrer.
Aquellos despejados horizontes, las caprichosas luces del Matarraña y los frondosos árboles que rodeaban el entorno marcaron sin duda la personalidad artística de la cretense. Algo que durante todos estos años ha plasmado en sus pinturas y creaciones artísticas. «Aquel paisaje me marcó para siempre y despertó en mi la sensibilidad artística», recuerda Marilina. Años después y tras trasladarse a vivir a Tortosa, la artista cretense comenzó en la Escuela de Arte de la capital del Baix Ebre. En un primer momento empezó con dibujo. Junto a ella, siguieron sus pasos sus hijos, que también recibieron durante varios años formación en la escuela tortosina. Sin embargo, pocos años después decidió pasarse a la pintura.
Lo que más le gusta es la acuarela y el acrílico, técnica que con el paso de los años fue perfeccionando. En su obra abundan los horizontes, los juegos de luces, los paisajes arbolados y también las marinas. Durante todos estos años ha expuesto en varios espacios del Matarraña, de la vecina comarca de la Terra Alta y también en la capital del Baix Ebre. Una de las exposiciones que más ilusión le han hecho en los últimos años, apunta, son las que lleva a cabo en el pabellón de Cretas, donde tiene la oportunidad de compartir sus cuadros con el resto de vecinos. Reconoce que otros artistas del territorio le han ofrecido a exponer en otros lugares incluso fuera de España.
Algo que por el momento y por distintas obligaciones familiares, aún no ha hecho.
Reconoce que, además del Matarraña, le fascinan los paisajes de la vecina comarca de la Terra Alta, concretamente el entorno de Horta de Sant Joan. «No me extraña que el mismísimo Pablo Picasso se viese impresionado por el paisaje y las vistas que pueden contemplarse desde Horta. Reconozco que a mí son también de las que más me inspiran», apunta la pintora cretense.
Marilina recibió el testigo, para protagonizar la sección EncontrARTE del periódico La COMARCA del artista barcelonés y afincado desde hace 25 años en Cretas, Rafael González. «Somos amigos y hemos compartido muchas horas hablando de arte; por ello le agradezco el detalle», concluyó Ferrer.