¿Cómo definiría la medicina rural?
En mi caso, como médico de familia siempre he pensado que es el tipo de medicina que se hace con el paciente, la familia y la comunidad a la vez. Gracias a ello, tienes la posibilidad de tener un vínculo con el paciente que de otro modo es muy complicado que se llegue a alcanzar. El hecho de tener esta proximidad te ayuda a optimizar los pocos recursos que se disponen como médico en el medio rural.
¿Cuáles son los problemas a los que se enfrenta un médico rural?
Como médico en la ciudad no eres tan consciente de los problemas que existen aquí, empiezas a darte cuenta cuando empiezas a trabajar en el mundo rural. En ese momento, si no estas acostumbrado lo que más te llama la atención es la soledad, eres el único profesional en una ratio de 20 o 30 kilómetros. Además, la falta de personal hace que tengas que movilizarte más y hacer muchos kilómetros por la carretera.
Otro de los inconvenientes podría ser la cobertura, en muchas ocasiones no puedes pedir ayuda según en el lugar donde te encuentres. Todo ello provoca miedo, ya que igual no puedes realizar de forma correcta la atención urgente.
¿Faltan médicos en este territorio?
Por supuesto, hay una falta muy importante de profesiones de medicina de familia, sobre todo en el sector de Alcañiz. No se encuentran profesionales, por ejemplo, este verano al no tener personal no se han cubierto las vacaciones, las bajas ni tampoco los días por enfermedad. Al tener esta situación, los médicos actuamos como un equipo para poder cubrir a todos los pueblos. El problema de todo esto es que tienes que ver más pacientes en un día y no puedes dedicarles el tiempo suficiente a cada uno de ellos.
¿Qué ventajas tiene ser médico aquí?
Cuando hay una urgencia en los pueblos te das cuenta de que estas solo como médico, pero sin embargo eres consciente de que al menos los vecinos te tienen a ti y puedes ayudar a la persona que lo necesita. El hecho de que en sitios con tan poca accesibilidad haya un médico es un lujo. Además, para sus habitantes es una ventaja porque tienen al profesional y les puede atender más rápido y estar más tiempo. En la medicina rural no tienes el tiempo limitado y poder ejercer tu trabajo así es una maravilla porque puedes conocer a tus pacientes de mucho más cerca y además aprender de ellos.
¿Hay que ser más polifacético en el ámbito rural?
La verdad es que sí, como en ocasiones no estamos con la enfermera aprendemos cosas que no sabríamos porque ya las hace ella. Sin embargo, enseguida tratamos de entenderlas y ya después no resulta ningún problema realizarlas.
¿Se le daba suficiente importancia a la medicina rural cuando estudiaba en la universidad?
Me forme en la facultad de Reus y en Cataluña hay poca medicina rural, sin embargo tengo que reconocer que tenía profesores muy jóvenes e implicados en la escucha activa del paciente. En ocasiones teníamos prácticas en las que íbamos a las casas de los ancianos para hacer un escrito de su autobiografía de salud y emocional. En facultades más grandes eso no se hacía y en la mía sí se promovía el vínculo, el respecto y la empatía con el paciente. Sin embargo, he de recocer que no nos hablaban mucho de la medicina rural, ya la conocí cuando empecé a hacer mis prácticas del MIR.
¿Se tendrían que incrementar las prácticas de medicina en los pueblos?
En mi caso, fui la última promoción a la que no le ofertaron hacer prácticas en los pueblos. El siguiente año sí se podía acceder a hacer la formación en el mundo rural y fue un cambio para mejor. Personalmente cuando estudiaba no imaginaba que iba a ser médico rural, estaba muy muy bien en la ciudad, aunque tenía la combinación del pueblo y eso hacía muy feliz.
La medicina rural debería ser una asignatura pendiente para todos los médicos, de hecho pienso que todos deberían jubilarse o al menos estar un tiempo en el mundo rural. Al fin y al cabo, se aumenta en calidad de vida y se tiene mucho más tiempo en el día a día. Es fundamental conocer este tipo de medicina y en especial todas las cosas positivas que rodean a esta maravillosa profesión.