El Ayuntamiento de Caspe continúa trabajando en el sistema de nuevos regadíos que se va a implantar en la margen izquierda del río Ebro. Este proyecto va dirigido a alrededor de 530 propietarios de tierras dentro del término municipal caspolino, a los cuales se les ayudará a mejorar sus condiciones de trabajo.
El objetivo es aumentar el valor de las explotaciones y mejorar el rendimiento por el abaratamiento de costes. Este proyecto afectará positivamente a vecinos de Caspe y de otras poblaciones próximas como Bujaraloz, La Almolda, Escatrón, Chiprana o Sástago, que tienen sus campos en esta zona en concreto. Todos ellos ya han tenido varias reuniones informativas con representantes municipales y del Gobierno de Aragón, y han votado para aprobar la iniciativa.
El próximo viernes, 26 de septiembre, todos ellos están citados por el Ayuntamiento para hablar de cómo va el proceso y cuáles son los trámites a seguir, entre los que están formar los estatutos, que se realizarán en ese mismo encuentro. Será en el Cine Teatro Goya de Caspe, por la tarde.
«Este proyecto está avanzando bastante y no hemos dejado de trabajar en él a pesar de cambiar de legislatura», afirma la alcaldesa de Caspe, Pilar Mustieles, quien ha sido la encargada de impulsar esta iniciativa cuando era concejal de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente del consistorio caspolino en la anterior legislatura.
Para conseguirlo, el consistorio caspolino ha necesitado la ayuda y aprobación de instituciones como el INAGA (que tendrá que realizar un estudio de viabilidad cuando comience la concentración), el Servicio Provincial y el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón.
Funcionamiento
En esta zona de la margen izquierda del río Ebro hay una gran extensión de tierras, la mayoría de secano. Para realizar estos nuevos regadíos es necesario planificar una concentración parcelaria, que englobaría alrededor de 16.000 hectáreas.
Dicha concentración rentabilizará las explotaciones preexistentes a través de una reordenación del terreno y la redistribución de la propiedad. Además, se prevé que se pongan en regadío otras 4.000-6.000 hectáreas más.
«Este proyecto se ideó hace varios años, a comienzos de la anterior legislatura (2014-2019), con la finalidad de desbloquear proyectos de regadío que llevaban varios años pendientes de ejecución», explica Pilar Mustieles.
Según la representante municipal, está a punto de firmarse el Decreto de Concentración y ya han hecho varias asambleas con las comunidades de regantes afectadas, donde se han fusionado en una sola.