Una marea verde ha inundado el despoblado del Mas del Labrador, Lo Llaurador, para volver a gritar más fuerte ‘Por la defensa del paisaje’ ante los parques eólicos proyectados en el Matarraña, a los que se suma la línea eléctrica de alta tensión Valdepilas entre Valderrobres y Fabara que atravesaría el poblado. La Marcha Senderista, en su segunda edición, ha estado organizada por las Plataformas Valjunquera por los Paisajes y Valdeltormo con los Paisajes, junto con la asociación Gent del Matarraña.
Durante el día, más de 100 vecinos han caminado en unión hasta el punto neurálgico mientras han apreciado las riquezas del entorno, una marcha saliendo desde Valjunquera y un poco después otra desde Valdeltormo. Ya en el Mas, a las puertas de la antigua iglesia, se ha recordado la importancia e historia del pueblo, y se ha leído el manifiesto por la defensa del paisaje. Tras ello, se ha comido y se ha realizado un taller de pompas de jabón para los más pequeños, para hacer de la jornada reivindicativa también un momento lúdico.
En el manifiesto, Esperanza Miravete, portavoz de Valjunquera por el Paisaje, ha remarcado el valor del Mas del Labrador, el que se convierte en un «símbolo de fuerza y convicción». Pero también ha lamentado que en los 14 meses que han pasado desde la última marcha la situación sea la misma o peor por la agravante de la línea de alta tensión proyectada. «Queremos manifestar el mismo rechazo que hace un año, el problema es que ha cambiado el contexto. Con la agilización de los trámites se está llenando Aragón de placas y molinos, y ahora no va a haber periodo de información pública. En el Maestrazgo no han respetado las figuras de protección y si aquí pasa tenemos que estar preparados, necesitaremos tiempo, esfuerzo y dinero», ha remarcado la representante.
En un emotivo discurso, Miravete también ha hecho recordar a los asistentes el camino hasta llegar ahí con un ejercicio de cerrar los ojos e imaginar la vegetación y las paredes de piedra, con los Puertos de Beceite de fondo y el sonido de la naturaleza. «Si se plantan, se acabó eso, lo que entendemos por Matarraña, nuestro paisaje, las vivencias y las que tendremos. Somos una tierra de sacrificio y ya lo hemos sido mucho, muestra es el sitio donde estamos. Esperemos que la tercera convocatoria sea para decir ‘lo hemos salvado’», ha clamado. Miravete también ha agradecido la presencia a todos los asistentes, de las localidades implicadas y de toda la comarca. También a la plataforma paisajes de Teruel, y ha recordado el objetivo principal: «un modelo de renovables sostenible donde se produzca la energía necesaria y donde se consuma».
Línea eléctrica de Endesa
En la proclama se ha hecho hincapié en la línea de alta tensión proyectada por Endesa, la cual atravesaría el casco urbano del Mas. Aunque la empresa justifica que será para garantizar y mejorar el suministro eléctrico, desde las asociaciones temen que sirva de evacuación para futuros proyectos. «Estamos defendiendo un emblemático lugar que se ve afectado por los proyectos que azotan toda la comarca y la línea de alta tensión, que, aunque nos digan que será de suministro y no de evacuación, dejamos la puerta abierta. Nadie la ha pedido y nos parece mucha coincidencia», ha subrayado Juanjo Pérez, portavoz de la asociación Gent del Matarraña, quién coincide con Miravete: «no sabemos de dónde ha salido y hace sospechar».
Valor a Lo Llaurador y a la hermandad
Durante la jornada se ha debatido sobre las renovables y, sobre todo, se han recordado historias del Mas, deshabitado en los años 60, donde los hijos de Lo Llaurador han sido los protagonistas. María Teresa, Ángel y Daniel han recordado cómo era la escuela rural gratuita creada por el párroco José Pellicer que llegó a dar clase a más de 30 niños que venían de toda la contornada. También las fiestas que se hacían y las carreras ‘por el gallo’. Todo ello ante miradas expectantes de jóvenes y mayores, quienes tenían muchas preguntas que hacerles, conscientes de la importancia de recordar el pueblo.
También ha reinado, una vez más, la hermandad entre ambos pueblos, separados por 8 kilómetros. «Aunque Valjunquera nos quitara la iglesia del Llaurador a la Vall somos pueblos hermanos y hay mucho vínculo», ha comentado entre risas Ángel, quién recuerda a la perfección cómo vivía las misas como sacristán y cómo plantaron los cipreses que adornan el espacio. «Decidimos que se hiciera aquí por su significado y geografía, es el punto intermedio entre dos plataformas que se han posicionado en defensa del territorio y es la unión de dos pueblos que convergen en una lucha común», también ha explicado Pérez.
«Falta de implicación institucional»
Los ayuntamientos de Valjunquera y Valdeltomo colaboran en el acto, localidades en las que los vecinos votaron contra los macroproyectos, sin embargo, desde las asociaciones implicadas consideran «insuficiente» la implicación institucional en la causa. «Trabajan en esa línea en contra, pero nos gustaría que fueran aún más contundentes, sobre todo la institución comarcal», ha señalado Esperanza Miravete, quien coincide de nuevo con el portavoz de Valdeltormo con los Paisajes: «Tenemos una asignatura pendiente con el posicionamiento político de corporaciones municipales, faltan muchos ayuntamientos por posicionarse, una vez pasadas las elecciones vamos a ofrecerles que se incorporen a la lucha. Además, la comarca tiene que ser la que capitalice la lucha contra la invasión en los entornos del Matarraña y no puede quedar solo en manos de las plataformas y asociaciones, porque no estamos para eso».
Ante la «escasez de posicionamiento institucional», se anteponen los vecinos. «Estamos muy contentos porque en los pueblos donde van los proyectos, y también en los que no, la gente ha manifestado a viva voz que no va a pasar por ahí. No es fácil porque los movimientos sociales cuestan llegar en el mundo rural, pero aquí la gente que siente este problema, lo siente mucho, y va a manifestarse a Madrid o donde haga falta», ha concluido orgullosa la representante de Valjunquera por los Paisajes.
No comentaré sobre el tema de la noticia, pero si sobre el aparente olvido de don León Andia, párroco que fue de Valdeltormo y del Más desde 1940 hasta su fallecimiento en 2011. Durante su destino mantuvo la Santa Misa en el Más del Labrador cada domingo, de forma que al mediodía solar estaba celebrando la Consagración. Mucho hizo Don León por mantener el pueblo con vida, para ello, y entre otras cosas, conservó su dirección de correo y su suscripción de prensa en su iglesia del Más, dedicada a San Juan Degollado. Mucho disfruté con nuestros encuentros, ya que mosén León y mi padre, nacidos el mismo año, se conocieron en Belchite, lo que nos permitió recordar historias de su juventud, y comentar la triste suerte de ambos pueblos ya que la guerra no sólo acabó con ellos sino con el Seminario de Belchite donde mosén León estudió latines y del que mi padre también fue alumno.
No se que pensaría hoy mosén León de estas mobilizaciones actuales, pero estoy seguro que como siempre antepondría su amor por sus feligreses a su propio interés.