Más de medio millar de personas han comenzado el nuevo año con el calendario solidario de la iniciativa Rememora para este 2022. Cada mes del año está ilustrado por una escena costumbrista del siglo XIX, gracias a modelos voluntarios que se visten con la indumentaria oportuna para cada fotografía. El proyecto, iniciado de forma lúdica hace cuatro años por un grupo de trabajadores del Hospital de Alcañiz, es ahora un reclamo entre los vecinos del Bajo Aragón. Este año se han impreso 1.000 ejemplares, la tirada más grande hasta el momento.
“Es un calendario muy bonito, muy colorido y muy real”, señala Dabí Latas, responsable de Anteayer Indumentaria, establecimiento que junto a la Asociación Sempiterna de Valdealgorfa promueven la iniciativa solidaria. El dinero recaudado se destinará a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Han colaborado más de 100 personas y “casi otras tantas” se han quedado sin hueco para salir en las fotografías. Además, Latas destaca el compromiso desinteresado de los vecinos que han prestado materiales como “cestas y cacharros” para atrezo y hasta sus casas como escenarios.

Como todos los años, hay dos localidades que no faltan en el calendario. “Alcañiz porque el proyecto nace aquí y Castelserás porque la mánager es de allí”, explica Latas. Además, para las fotografías de este 2022 han viajado a otros pueblos cercanos de la capital bajoaragonesa en las comarcas del Bajo Aragón y Matarraña. “Hemos estado en Monroyo, en la ermita de Ráfales, en Valdealgorfa con la Asociación Sempiterna y en Calanda para capturar una instantánea con los melocotones como protagonistas”, enumera.
En la portada, aparece una fotografía de las lavanderas en La Codoñera, que “ha sido un exitazo”. Latas recuerda su asombro por la gran magnitud del lavadero, en el que cupo “muchísima gente”, y detalla el despliegue especial que realizaron para la imagen: “Vestimos a un montón de lavanderas, a un par de hombres y hasta un burro. Toda la gente iba vestida con ropas antiguas desde el calzado hasta los pendientes antiguos». «Sin embargo, al ser tantas personas los detalles apenas se aprecian en la portada”, añade Latas. Los modelos son integrantes de la asociación folclórica de Zaragoza ‘Royo del Rabal’, la entidad que más calendarios vende siempre en todo Aragón. “Queríamos agradecerles su colaboración hace ya dos años, pero justo comenzó el covid y no pudieron hacerse la foto. Después llegaron los confinamientos y cuando no era Alcañiz, era Zaragoza la que estaba confinada. Al final este año lo hemos conseguido y en la portada, además, porque se lo merecen”, cuenta Latas.

Todas las escenas que aparecen en el calendario están sumamente pensadas y con la ropa apropiada para cada momento y fecha histórica. “Intentamos no mezclar una escena en la que haya gente vestida de principios del siglo XIX y de finales. Además, nos preocupamos de que la ropa sea original, antigua en la medida de lo posible, y si no logramos encajar ropa, buscamos a otro modelo o hacemos una reproducción exacta”, explica Latas. La mayoría de personas que se visten lo hacen por colaborar por la causa, y no son asiduas a este tipo de vestimenta. “Me gusta ver cómo les sorprende el cambio a ellos de ir vestidos con su ropa normal a la del siglo XIX”, confiesa Latas. Para él es “muy gratificante” ver como esa ropa de su colección que con tanto mimo restaura, ordena y archiva, cobra vida de nuevo.
Este año es la primera vez que imprimen 1.000 ejemplares en una sola tirada. Solía ser de entre 500 y 700, pero casi siempre tenían que volver a reimprimir y se producían retrasos en las entregas. La decisión ha sido la correcta, ya que la aceptación “está siendo buenísima”. Los calendarios pueden comprarse en casi todas las tiendas de Alcañiz, en algunos comercios de pueblos cercanos como Castelserás, Valdealgorfa y Calanda, y también en Zaragoza. Además está la opción de adquirirlo vía online en la página web de Rememora. A través de este portal de internet se están produciendo ventas que cruzan las fronteras vecinas. Hay encargos desde Portugal, Italia, Alemania y Francia, y no solo del ejemplar del 2022. “Lo curioso es que estamos recibiendo pedidos de calendarios de los años anteriores. Son personas que han conocido ahora el proyecto y que están interesadas en las fotografías que aparecen”, revela Dabí Latas.