Un vasto y enorme patrimonio vivo en forma de oro líquido. La comarca del Matarraña ultima la catalogación y localización de los olivos centenarios, milenarios y singulares del territorio – comúnmente llamados oliveras- para poder editar un mapa que diagnostique el gran patrimonio arbóreo existente en el territorio. La institución comarcal, con apoyo del Grupo de Acción Local Matarraña Bajo Aragón Omezyma, enfila la última fase de un arduo proceso en el que han intervenido técnicos, agentes de protección de la naturaleza, agricultores, pastores y personas íntimamente ligadas al medio natural del territorio y que ha permitido recopilar más de 125 ejemplares.
El objetivo, establecer una relación de los olivos que por sus dimensiones y edad deben ser considerados como centenarios, milenarios o singulares, por cuestiones históricas, y editar un estudio mediante el cual se cataloguen todos aquellos pies, hasta ahora desconocidos, y que representen el patrimonio arbóreo existente. «Estamos muy sorprendidos porque hemos encontrado muchos más ejemplares con varios siglos de antigüedad que los que inicialmente preveíamos. También tenemos catalogados varios que pensamos que son milenarios», explicó Fernando Zorrilla, coordinador del proyecto.
Los integrantes del proyecto apuntaron a que una de las mayores amenazas de este tipo de ejemplares estriba en la mecanización de los procesos de recolección de la oliva. Las técnicas modernas pueden afectar negativamente al árbol y, de igual modo, son muchos los agricultores que optan por una poda drástica para que la copa del ejemplar se ajuste a los nuevos parámetros de recolección. Recientemente muchos ejemplares centenarios, afectados por la borrasca Gloria, fueron visiblemente rotulados en algunos municipios del centro del Matarraña, algo que no ayuda, en muchos casos, a su conservación y revalorización.

Otro de los riesgos que se quiere evitar es que los olivos del territorio puedan exportarse a otras zonas turísticas. A pesar de que la práctica de trasplantar olivos singulares a rotondas, urbanizaciones o travesías no tiene apenas repercusión en el territorio, con este proyecto se pretende que esta práctica no tenga cabida en el Bajo Aragón Histórico y concretamente en el Matarraña. Uno de los parámetros que delatan a uno de estos árboles singulares es el hecho de que su perímetro sea superior a 3,5 metros a una altura aproximada de 1 metro y 30 centímetros. Sin embargo la catalogación se ha ampliado a ejemplares de más de tres metros de perímetro por entender que se trata también de olivos singulares que forman parte del patrimonio natural de la comarca y merecen ser conservados.
Los autores del estudio consideran que las referencias fijadas para el árbol milenario –las mismas aplicadas en el catálogo de la Mancomunidad de la Taula del Senia – deberían rebajarse en el caso del Matarraña, porque el crecimiento es menor en esta comarca de interior por su clima más duro que el costero. Otra de las conclusiones de este estudio establece que son los municipios de media altitud los que mayor número de olivos singulares poseen, escaseando ya por encima de los 700 u 800 metros de altitud.
Para catalogar la edad de cada uno de los ejemplares se ha tomado el perímetro de cada una de las oliveras. Lo errático de su crecimiento y el hecho de que muchos de los ejemplares presentan dos troncos primarios hacen inviable la datación mediante círculos concéntricos. Método, asimismo, que es agresivo con el árbol. Las mayores concentraciones de olivos milenarios se dan, hasta el momento, en Calaceite y La Portellada, con una decena de ejemplares en cada caso. Se trata también de localidades ubicadas en las zonas de altura media y baja dentro de la comarca. Pero este patrimonio natural salpica prácticamente toda la comarca, con muestras en Valderrobres, Cretas, La Fresneda, Valjunquera, Valdeltormo y Ráfales, entre otros. Cabe recordar que durante la helada de febrero de 1956 numerosos ejemplares resultaron gravemente afectados. El clima mediterráneo de interior aporta mayor originalidad a la catalogación de cada uno de los ejemplares catalogados en los últimos meses.
El trabajo llevado a cabo pretende ser un punto de partida desde en el cual distintas iniciativas públicas, privadas o mediante una colaboración de ambas, puedan apoyarse para la puesta en marcha de distintos nuevos proyectos que decidan apostar por este patrimonio. El oleoturismo, la obtención y comercialización de aceites de oliva de árboles centenarios y milenarios y el senderismo son solo algunas de las iniciativas que pueden aprovecharse de este trabajo. Además de que los vecinos del territorio y los visitantes conozcan el patrimonio existente, lo cierto es que se pretende que los agricultores y propietarios de estos monumentos vivos puedan ver en estos árboles singulares una fuente de ingresos extra, resultado de su dignificación y puesta en valor. De igual modo, se seleccionarán los 12 más singulares por sus dimensiones, rareza o por su potencial como reclamo turístico para un estudio científico de su edad y su genética.
La datación se llevará a cabo, probablemente, en colaboración con el Centro Superior de Investigaciones Científicas a través de pruebas de Carbono-14, mientras que el análisis genético podría llevarse a cabo en el Banco de Germoplasma del Olivo de Córdoba, un organismo que guarda el genoma de todas las variedades de olivos del país. La información sobre este grupo de árboles se recopilará en un libro, que repasará también la importancia histórica de la oleicultura en la comarca.
Asimismo, desde la dirección del proyecto quisieron agradecer la colaboración prestada por los propietarios, alcaldes y vecinos. «Ha sido crucial la colaboración que hemos tenido por parte de los vecinos y propietarios. Hemos recibido muchísimas reseñas en todos estos meses», añadió Zorrilla. Desde la institución comarcal apuntaron a que continuará abierto el proceso de recopilación de información unos días más, por lo que los interesados en reportar un ejemplar pueden hacerlo aún en la sede de la comarca del Matarraña. No obstante plantearán actualizar el catálogo de árboles singulares conforme vayan apareciendo más ejem