Como si de un ejercicio etnográfico se tratase, la Comarca del Matarraña busca recopilar las historias de los vecinos de mayor edad del territorio y proteger el ecosistema cultural que estas suponen. La institución comarcal impulsó la iniciativa Bibliotecas Humanas a través de la cual pretenden recopilar las vivencias y el modo de vida de los mayores matarrañenses con el objetivo de que los jóvenes recojan el testigo de esas historias y las difundan a través de diferentes canales como las redes sociales.
Para hacer realidad este proyecto, tuvo lugar un primer encuentro entre mayores y jóvenes el pasado viernes. Participaron en torno a 20 adolescentes de entre 16 y 17 años que forman parte de los Jóvenes Dinamizadores Rurales, quienes escucharon a los vecinos más veteranos. Se persigue que sean ellos quienes encuentren una fórmula para divulgar todas esas historias, bien sea a través de las redes sociales o cualquier otro canal digital que todavía no está fijado y que se irá perfilando en futuros encuentros. La idea surgió a principios de octubre y fue hace escasos días cuando finalmente se materializó.
Durante el acto se llevó a cabo una lluvia de ideas donde los jóvenes debatieron sobre qué tipo de temáticas e historias serían más interesantes a la hora de abordar con los protagonistas. «Creemos que cuanto más tardemos a recoger los testimonios será peor. No vamos a contar eternamente con estas personas por ello poder recoger estas vivencias es de vital importancia. Además, este contacto será muy positivo para las generaciones más pequeñas. Esperamos que podamos conseguir llevar a cabo varias de estas bibliotecas y que tengan repercusión a la hora de recuperar todas estas historias», enfatiza Nuri Gasulla, técnico de juventud de la comarca del Matarraña.
Los distintos testimonios que se recogerán durante las bibliotecas humanas serán puestos a disposición de los jóvenes. De este modo se le da total libertad a la generación nativa digital con el fin de facilitar que más jóvenes se vean identificados, así como que el contenido creado sea interesante y esté en consonancia con su forma de ver el mundo. «Salieron temas muy curiosos. Hay aspectos que interesan por igual a jóvenes y mayores. Pudimos ver muchas ganas e interés por recuperar las historias y que estas no se pierdan» recalca Gasulla.
Durante el intercambio intergeneracional salieron temas como la recuperación de algunas fiestas tradicionales; cómo se iba a la escuela; la forma en el que los mayores vivían las fiestas patronales; la fabricación de los cañizos, la construcción de las calles de los pueblos, los oficios que tímidamente se empiezan a convertir en recuerdo y las expresiones orales que corren el riesgo de perderse por siempre, entre otros temas. Está previsto que las Bibliotecas Humanas se inicien en aquellos municipios en los que se consiga contar con mayores y jóvenes dispuestos a colaborar. Desde Comarca del Matarraña confían en un efecto llamada y que más municipios se sumen a estas jornadas.