La previsión de lluvia y las fuertes rachas de viento no impidieron que los alcañizanos se trasladaran al medievo
El Mercado Medieval de Alcañiz fue un éxito pese a las malas condiciones climatológicas. El pronóstico indicaba viento y lluvia que, finalmente, respetaron. Los alcañizanos llenaron la plaza de España y las calles adyacentes para trasladarse al medievo y visitar los más de 90 puestos instalados en el centro de la localidad, además de la exposición de los Calatravos (que no dejó indiferente a nadie y encandiló a los niños) o la ludoteca infantil, siempre con la música en directo de los dulzaineros o la curiosa presencia del bufón que asombró a los más pequeños.
Los puestos estrella fueron los relacionados con alimentación: creperias, churrerías, pizzerías y la Taberna Scout presentaron una buena imagen durante todo el Mercado. No faltaron las tradicionales queserías y puestos de embutido, además de stands de bisutería o juguetes. Cabe destacar que muchas asociaciones alcañizanas salieron a la calle para ofrecer sus productos y recaudar fondos: hubo puestos de la Asociación Española Contra el Cáncer, AFEDABA Los Calatravos, el Hogar Santo Ángel o las Amas de Casa Ercávica.
Si bien por las mañanas la afluencia fue algo escasa, durante las tardes de sábado y domingo se vivió un magnífico ambiente alrededor del Mercado Medieval. El peor momento se vivió en torno a las 13.00 de la mañana del domingo, cuando un viento huracanado hizo peligrar la estabilidad de los puestos y las lonas. Tras unos minutos de tensión el viento amainó y el Mercado pudo seguir su curso sin mayores problemas. La afluencia de público fue «muy buena» según Tito Lizana, técnico de festejos del Ayuntamiento de Alcañiz, aunque a buen seguro habría sido incluso mayor de no ser por las condiciones adversas.
*Más información e imágenes en la edición impresa del martes
Carlos Rosello dice
Mucho cuidado que no se vendan cosas robadas.
Ha habido muchos robos, en casas del centro de Alcañiz.
Incluso se han llevado ropa usada de vestir, trajes, camisas, jerseys, chaquetas, zapatos, y relojes, cadenas de oro, ect. muchas de marcas italianas.
Entran por los tejados, y roban.
Ya no se vive tranquilo ni siquiera en un pueblo de Teruel.
Comprar cosas robadas es un delito.
Habría que pedir a los comerciantes, la factura de origen, de donde ellos han comprado, a sus proveedores.
¿ De donde lo sacan ?
Alli deberia estar la Guardia Civil, en todos los mercados.
Está lleno de ladrones de todos tipos, y cómplices encubridores.