En mes y medio, el Bajo Aragón – Caspe ha vivido la detención de siete de sus vecinos e incautado 500 plantas de marihuana
Hablamos con José Manuel Galbarro, cabo comandante del Puesto de la Guardia Civil en Caspe.
Tres casos de cultivo de marihuana en el territorio en apenas mes y medio ¿Por qué esta proliferación? Hay que tener en cuenta que a las plantas de marihuana les queda aproximadamente un mes para alcanzar la madurez y que puedan se recolectadas y secadas para su venta. Por lo tanto, es lógico y normal que cuando están en su máximo esplendor nos encontramos con más casos. Además es un tipo de planta que desprende un fuerte hedor y que, en ocasiones, alcanza mucha altura por lo que es más fácil su detección. Sin embargo, estamos ante unos cultivos que podemos encontrar durante todo el año porque también existe los cultivos indoor, dentro de viviendas.
¿Existen zonas concretas donde se cultive este tipo de droga ? Se puede cultivar en todo aquel terreno que sea fértil. Además estamos en una zona que cuenta con muchos accidentes naturales que son aprovechados para ubicar esas plantaciones y haya menos miedo a ser descubiertos. Es difícil dar con ellas, sobre todo si se encuentran entre cultivos de caña, maíz u otro tipo. Es una forma habitual de poder esconderlas, sin embargo, en la mayoría de los casos, el hedor las suele desenmascarar.
¿Cómo se llegan a ubicar este tipo de cultivos? En ocasiones por fortuna tras un dispositivo de vigilancia habitual y en otras tras una ardua investigación. En el caso de Maella, la finca estaba muy alejada y el Seprona dio con ella. A partir de ese momento, se montó un gran dispositivo que tuvo como resultado las dos detenciones. En el otro lado está el caso de Caspe. Se localizó esta plantación de forma fortuita, aunque cabe destacar que no se deja de hacer una vigilancia continúa en los alrededores de los municipios.
¿Se ha activado en estos momentos algún dispositivo especial para su detección? Evidentemente, dentro de las labores de los agentes de la Guardia Civil se está haciendo hincapié, sobre todo por la época en la que estamos. No tiene sentido buscar en pleno enero en mitad de campo, eso lo estamos haciendo en estos momentos.
¿A qué consecuencias se enfrentan las personas detenidas? Según el Código Penal cultivar marihuana es un delitos menos grave contra la salud pública, a pesar de ello son penas privativas de libertad. A veces la gente ignora este aspecto. Sin embargo, se enfrentan a un delito que les puede llevar a prisión entre los 6 meses y los 3 años. El mito de que nadie entra en prisión por cultivar marihuana, es totalmente falso.
Quizás hay una mayor permisividad en este tipo de delitos ¿Es así? Si lo es, es por desconocimiento. No podemos confiarnos de los que nos dicen que no es una droga penada, que no se va a la cárcel… No es así, hay tenerlo claro. Además el dinero fácil es muy llamativo y si una persona ve que gana 1.000 euros un año, dice pues para el siguiente 2.000 y no le pasa nada para el próximo querrá ganar 4.000. De ahí que también hayan aumentado mucho el número de plantas en una extensión de 40 a más de 100 en los últimos casos. Para nosotros es esencial la colaboración ciudadana y que no hay que tener tolerancia hacia este tipo de delitos y otros muchos del territorio. Hay que alertar a las fuerzas y cuerpos de seguridad.
¿Existe un perfil específico? Para nada. Más bien todo lo contrario. En muchos casos, no estamos ante personas con dificultades económicas que realizan este tipo de delitos para llegar a final de mes. Más bien todo lo contrario. Nos topamos con detenidos que tienen una buena situación económica, una buena casa, un buen coche y sin ninguna necesidad de dinero. Sin embargo, se arriesgan a ello.