Un fin solidario, visibilizar que con disciplina, el deporte y la diabetes son compatibles e incluso aportar datos científicos respecto al uso de la insulina. Todo ello fue posible durante la I Xperiencia Kilimanjaro en la que 25 personas de todo el país participaron a durante la primera quincena de junio y que contó con la presencia del corredor de Monroyo, Ángel Antolín, del Matarraña Team y del TeamOne, equipo conformado por personas con diabetes. El evento aunó, además de deporte, labores de voluntariado en Tanzania. En este caso Antolín participó, como sanitario y como deportista con diabetes. Por ello el reto fue doble. El objetivo: coronar los 5.895 metros del Kilimanjaro, la montaña más alta de África y que se encuentra en Tanzania.

Antolín partió junto a un equipo de voluntarios sanitarios y de otros deportistas, algunos de ellos también diabéticos. Los retos de esta ascensión fueron varios. El cuerpo, como es lógico, funciona de otra manera en esas condiciones de falta de densidad de aire. Por otro lado las bajas temperaturas supusieron un reto para poder conservar correctamente la insulina e incluso para que los aparatos que miden la glucosa en sangre funcionasen correctamente. «Finalmente tuvimos unas temperaturas en cima de entre -10ºC y -13ºC, algo más altas de lo esperado. Pero hemos extraído muchas conclusiones tanto de cómo funcionan los glucómetros como de los niveles de glucosa», explicó Antolín.
El corredor de Monroyo subrayó que todo fue rodado. «Hubiese firmado por llegar en las condiciones tanto de niveles de glucosa, como físicas y mentales», explicó Ángel. El de Monroyo subrayó que el primer gran reto fue controlar el nivel de glucosa con un primer cambio de alimentación en el que se aumentó la ingesta de arroz y cereales, es decir, carbohidratos. Debido a la altitud el gasto energético aumentó, lo que no provocó problemas de hipoglucemia. «Estamos analizando todas las conclusiones y contarlas a todo el colectivo de deportistas con diabetes. Tuvimos que proteger los aparatos y las baterías con riñoneras y nuestra ropa y también vamos a plasmar las conclusiones del comportamiento de la fiabilidad de los distintos materiales», explicó el corredor.
Antolín estuvo acompañado, entre otros, por el también deportista aragonés Arturo Carvajal, de Barbastro, y que de igual modo es diabético. Los integrantes incluso compararon sus curvas de glucosa con la de otros corredores no diabéticos, constatando que las curvas de glucosa oscilan en ambos casos. El corredor subrayó que hizo cima con la camiseta del TeamOne con la bandera del Matarraña Team. .
Labores de voluntariado
Todo ello tras varios días de voluntariado que la expedición llevó a cabo en un centro de Tanzania ubicado en una zona rural. En este caso los integrantes de la Xperiencia Kilimanjaro trabajaron con personas con algún tipo de discapacidad, aportando material. «Sé que es algo que habitualmente se dice, pero hasta que no lo ves no lo crees y fue una bofetada de realidad. Apenas tenían medicación para afrontar enfermedades como la malaria. Los medios con los que cuentan son muy básicos, así que en los pocos días que estuvimos intentamos aportar nuestro granito de arena», concluyó Antolín.