El monte Calvario de Híjar es una de las zonas más transitadas por los vecinos en los ratos de ocio fuera de la Semana Santa. Lo es especialmente desde la profunda remodelación a la que se le ha sometido en las dos últimas décadas, sobre todo. Una vez consolidada la restauración de los jardines, el objetivo ahora es convertirlo en un museo al aire con la colocación de diferentes figuras que forman parte de la Semana Santa.
En enero se incorporó una escultura homenaje a la Cofradía del Rosario que rinde honor a hombres y mujeres que mantienen viva una tradición cuyo origen se pierde en el tiempo. Está junto a la ermita y antes se pueden ver otras alusivas al pozo de Jacob o al Huerto de Getsemaní. La de los rosarieros es una talla de Talleres Espés de Samper donada por Jesús Gómez Pina, vecino de Híjar. «Habrá más en otros rincones para que la gente pueda recorrer el parque y conocer a los personajes a lo largo del paseo que queda coronado por el Museo Tambor donde están todas nuestras peanas», dijo el alcalde, Luis Carlos Marquesán. En un futuro, las figuras se apoyarán con unos códigos QR que poder escanear para llegar a las explicaciones. En el caso de los rosarieros, el usuario podrá escuchar en la aplicación para móviles incluso las coplas que cantan en diferentes momentos del año y de la Semana Santa. En cuanto al interior del Museo Tambor, se sigue ultimando la musealización con la incorporación de más elementos audiovisuales que hagan la visita una experiencia completa.
En Semana Santa, el Calvario es uno de los puntos de referencia. Hace unos 20 años se detectaron problemas de filtraciones en el parque que desembocaban en arrastres de tierra con las lluvias. También se plantó variedad de arbolado más allá de pinos y cipreses con el fin de capear las plagas y los senderos quedaron definidos y asegurados con muros de contención. En la zona verde quedó integrado un parque infantil y otro para ejercitarse para los paseos fuera de la temporada de Semana Santa.