Los asistentes podrán disfrutar de la danza y los tapices en las calles de la localidad este verano
En torno a 150.000 visitantes asistirán este verano de la tradicional fiesta del Sexenni, que se celebrará en Morella tras seis años de ausencia. Después de que en 2017 los confetis del Anunci previnieran a los turistas, la fiesta más esperada regresa en su 54 edición entre el 18 y el 27 del mes que viene. La cita se presentó ayer en el Ayuntamiento de Alcañiz.
La afluencia de visitantes que espera la localidad en los diez días que dura la fiesta supone un «reto», según señaló su alcalde, Rhamsés Ripollés. «Se requiere una infraestructura muy importante en cuanto a aparcamiento y servicio para que los visitantes disfruten de la fiesta», añadió.
El casco histórico de Morella está peatonalizado y se habilitarán dos aparcamientos. El primero en la zona norte y el segundo en la zona sur, que contará con un servicio de autobuses lanzadera. Se recomienda reservar con la máxima antelación a los visitantes que pretendan comer o cenar en los restaurantes de la localidad, y también a los que quieran alojarse en Morella durante estas fechas.
El Sexenni se celebra desde el siglo XVII y este verano será la primera vez que se festeja después de que fuera declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional y Bien de Interés Cultural Inmaterial.
Se trata de una celebración con unas raíces profundas y «un compromiso permanente» con los antepasados de Morella, según Ripollés. El origen de esta fiesta data del año 1672, cuando el gremio de labradores pidió al consejo de la ciudad que fuese a buscar a la Virgen de Vallivana para que ayudara a sanar a la población de la peste. Después de que la patrona cumpliera con la petición de Morella, el pueblo se comprometió a realizar «las fiestas más extraordinarias», explicó Ripollés.
La organización del Sexenni apenas ha variado desde sus orígenes y está basada en los antiguos gremios de la Edad Media, que son parte esencial de la fiesta y se encargan de organizar cada jornada. Cada uno de esos gremios tiene sus danzas, sus representantes y sus cuadros bíblicos.
Además de las danzas, que son un espectáculo muy atrayente, los tapices de papel de seda también son un gran reclamo turístico. «Durante todo el recorrido que realizan las procesiones y retablos, las calles están engalanadas de ese trabajo realizado por miles y miles de kilómetros de papel de seda», indicó Ripollés. Una decoración que lleva detrás un considerable esfuerzo para el pueblo, pues los vecinos de Morella llevan trabajando el papel de seda desde hace un año.
El proceso empleado para trabajar este tipo de papel también se mantiene desde el siglo XVII. Las tiras se cortan con unas máquinas de coser adaptadas que en lugar de una aguja llevan una tijera. Y posteriormente el papel se riza a mano para conformar unos tapices únicos.
Ripollés aseguró que su localidad y Alcañiz mantienen «una relación intensa y positiva». Comentó que no solo la historia y la cultura les unen, sino que también comparten «el deseo de que la Nacional 232 esté cuanto antes como se merece este territorio y que aún estemos más cerca».
Por su parte, el Alcalde de Alcañiz, Juan Carlos Gracia Suso, comentó que «pone a disposición la oficina de Turismo» para que todos los alcañizanos puedan encontrar información de interés en relación a esta fiesta.
Cabe recordar que ambas ciudades están unidas junto a Tortosa en la Ruta turística de los Tres Reyes, un Consorcio que pretende aunar fuerzas para colaborar en la promoción.
«Lo que queremos los morellanos y morellanas es compartir esta celebración única y extraordinaria que tenemos cada 6 años con todos los visitantes», aseguró Ripollés. Animó en especial a todos los bajoaragoneses a que disfruten este año del Sexenni. Gracia Suso, también en esta línea, añadió: «Si Morella ya por sí sola es una ciudad con encanto, os podéis imaginar una vez engalanada en la fiesta del Sexenni».