El Laboratorio del Impacto instalado en el recinto es el único acreditado para llevar a cabo los ensayos
El complejo de Motorland Aragón desempeña un importante papel tanto en el desarrollo como en la puesta en marcha de la nueva norma de homologación de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) para cascos de competición. El Impact Laboratory, adscrito al Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza y ubicado en las instalaciones de Technopark Motorland en Alcañiz, es el único laboratorio acreditado en el mundo para realizar estos ensayos.
El pasado mes de junio entró en vigor esta nueva norma de homologación para cascos de competición. Bajo la denominación FRHPhe-01 (FIM Racing Homologation Programme for Helmets, versión 1), se aplica ya en las principales competiciones reguladas por la FIM, entre ellas, los Campeonatos Mundiales de MotoGP y Superbikes.
El centro de Alcañiz y la FIM trabajaron conjuntamente durante más de tres años para definir los requisitos necesarios para cumplir con la norma, lo que ha incluido el desarrollo de nuevos ensayos y medidas no existentes hasta la fecha como una torre de caída o un nuevo sistema integrado de sensores sin cable, posible gracias a la colaboración de los investigadores del I3A con la empresa española Masdediagram.
Fruto de todo este trabajo son los ensayos que se realizan en el laboratorio de Technopark Motorland y que permiten homologar los cascos que los superan uno a uno, identificados con un código QR y marcas que los comisarios de carrera identifican rápidamente, permitiendo o no el acceso del piloto a la competición.
Nuevos ensayos
La importancia de esta nueva norma va mucho más allá del ámbito de la competición internacional de alto nivel, porque se trasladará progresivamente al resto de pruebas y finalmente a los cascos de calle, al ser incorporada en las siguientes regulaciones que se vayan desarrollando en todo el mundo.
Y es que no es para menos, ya que este programa representa un enorme paso adelante en cuanto a seguridad, al introducir y combinar distintos tipos de ensayos en los cascos que hasta ahora no se habían considerado y que están adaptados a los últimos conocimientos en materia de biomecánica de impacto y lesiones en la cabeza.
Entre ellos, impactos lineales a alta y baja velocidad, posibles penetraciones de pequeños objetos como piedras o piezas metálicas en el casco o impactos oblicuos, lo que constituye quizá la mayor novedad de este estándar.
Hasta ahora, las normas se basaban en conceptos biomecánicos desarrollados en los años 70 del pasado siglo, pero de aquí en adelante se medirá la protección del casco frente a la rotación que se genera en los impactos, según los conocimientos científicos actuales.
Condiciones inmejorables
Fabricantes de cascos de todo el mundo, investigadores y responsables de la FIM han pasado ya por el laboratorio alcañizano y han corraborado la importancia de la puesta en marcha de esta norma y las inmejorables condiciones que ofrecen para ello tanto Technopark como todo el complejo de Motorland.
El responsable del Impact Laboratory, Mario Maza, ha señalado que este programa supone una contribución «muy importante» a la seguridad de todos los motociclistas. «Permitirá reducir las víctimas y la gravedad de las lesiones que se producen en los accidentes, además de haber conseguido unificar los criterios para las pruebas de ensayo de cascos y la evaluación de sus resultados, que estaban desfasados y ahora sí van a ajustarse a los últimos conocimientos científicos en la materia», ha añadido.