Las mujeres rurales soportan un 38,4% de tasa de inactividad frente al 15,1% de los hombres de este entorno. Además, también sufren una fuerte segregación horizontal y vertical en el mercado laboral de los pueblos. Están concentradas en el sector servicios, el cual emplea al 78,5% de las que trabajan. También están sobrerrepresentadas en los puestos con peores condiciones laborales: aquellos con los ingresos entre 400 y 1.000 euros, con contratos temporales, fijos-discontinuos, en las jornadas parciales y mayoritariamente presentes en las posiciones inferiores de la jerarquía laboral. Son datos que se recogen de un estudio publicado por la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) en el Día de la Mujer Rural.
Esta concentración de las mujeres en ciertos sectores de ocupación y los bajos techos de cristal son especialmente incomprensibles si se tiene en cuenta que el mismo estudio apunta que las mujeres rurales están sobrecualificadas; ellas están más de siete puntos por encima de los hombres entre los 35 y los 49 años, y más de 14 entre los de 20 a 34 años.
Por todo ello, FADEMUR pide un Estatuto a nivel nacional que blinde en todo el territorio, y frente a cambios de Gobiernos, un impulso a las mujeres en el sector agrario a través de la PAC (Política Agraria Común) y la Titularidad Compartida, la profesionalización de los cuidados, la mejora de la participación de las mujeres rurales en la esfera pública y privada y más atención y recursos para luchar contra la violencia machista en los pueblos.
Las mujeres rurales dedican más tiempo a los cuidados
Las deficiencias en servicios de los pueblos también tienen un impacto negativo en las mujeres que viven en ellos. Ausencias como líneas de transporte público, conexión a internet de calidad, servicios de atención a personas dependientes, centros educativos suficientes, servicios sanitarios y alternativas de ocio y cultura, tienen consecuencias en la vida de las mujeres, provocando una sobrecarga de tareas de cuidados y limitando su acceso a trabajos o formación.
Así es que las mujeres de los pueblos dedican más tiempo al cuidado familiar que los hombres (un 60,64% frente a un 39,36%), al igual que invierten casi el triple de tiempo que ellos en realizar tareas domésticas (un 67,13% frente a un 32,87%).
Más vulnerables ante la violencia machista
Por último, FADEMUR ha denunciado la especial vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia machista en los pueblos. La organización ha señalado los datos de su ‘Observatorio de violencia de género en el medio rural’ para mostrar que, de las 50 víctimas de 2023, 17 han sido asesinadas en pueblos de menos de 20.000 habitantes.
Detrás de estas cifras están la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia machista cuando se encuentran en un entorno rural. Tal y como reveló el estudio realizado en 2020 por FADEMUR con el Ministerio de Igualdad en cumplimiento del Pacto de Estado -el único realizado hasta el momento-, esta violencia está más asociada en los pueblos a la esfera privada y, por tanto, es más invisible. El informe de FADEMUR también reveló que en el medio rural las relaciones de maltrato se prolongan más que en las ciudades, y en todo ello tiene mucho que ver, además del arraigo de los estereotipos, la menor disponibilidad de recursos de atención y ayuda en los pueblos.
5.200 mujeres se benefician de la PAC
España logró introducir la perspectiva de género en la Política Agraria Común (PAC) y en su primer año de aplicación las agricultoras y ganaderas que se incorporen a la actividad agraria tiene un 15 % adicional en el pago complementario a jóvenes. Así, en este primer año se beneficiarán cerca de 5.200 mujeres, una cantidad pequeña, pero un paso decisivo de apoyo para afianzar el papel de las mujeres en el campo.
Luis Planas recordó durante una estrega de premios celebrada esta semana que España impulsó en la Unión Europea que se reconociera, como objetivo estratégico, la perspectiva de género en la Política Agraria Común (PAC), «para que deje de percibirse como una política neutra y permita orientar sus medidas a disminuir la brecha de género existente«. Gracias al esmero puesto en estas medidas, España ha recibido el reconocimiento de la Comisión Europea y de la entidad representante de las cooperativas y organizaciones profesionales agrarias europeas (COPA-COGECA) como país pionero en el diseño de iniciativas en favor de las mujeres.
Además, en el caso de Aragón, el proyecto de Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales de Aragón fue aprobado el pasado mes de marzo con el consenso de las asociaciones de mujeres, las organizaciones que trabajan en el medio rural y la mayor parte de los grupos políticos con representación en las Cortes de Aragón. En el texto destaca la representación paritaria de las mujeres en las asociaciones y organizaciones profesionales o empresariales que operan en el medio rural. Sin embargo, desde la federación aseguran que el proyecto está en un cajón con la entrada del nuevo Gobierno autonómico.
trabajo hay para todos osea que la que no trabaja porque no quiere
Tú tienes mucho trabajo que hacer. Para empezar podrías aprender ortografía; lo de no ser un cavernícola es más difícil en tu caso.
Una tontada más que te paguen un 15% más de la PAC por poner la explotación a nombre de la mujer. El marido será el que realmente se la trabaje, pero con la trampita de ponerlo a nombre de la chica un 15 % de regalo. No está mal que llegue alguna perrica más a los pueblos, pero no deja de ser una trampa más, en este caso en aras del pseudofeminismo. !Qué fácil y electoralista es autoengañarnos!
la PAC .peor que el miner . o no es verdad ?