El Museo de Teruel de la Diputación de Teruel (DPT) ya tiene bajo su custodia el conjunto de piezas arqueológicas provenientes de la comarca del Matarraña que le ha cedido el Museu de les Terres de l’Ebre, ubicado en Amposta. En total, se han trasladado 399 piezas que fueron halladas en dos yacimientos de Ráfales y Fuentespalda a finales de los años 70 y principios de los 80 por Josep María Ubiergo Monclús. Las piezas fueron expoliadas de su lugar de origen y fueron depositadas en 2011 en el museo tarraconense donde, hasta este momento, han estado depositadas. Podrán verse en la provincia gracias al convenio firmado entre la institución provincial y el Consorci del Museu de les Terres de l’Ebre, el pasado mes de diciembre.
«Han llegado todas las piezas y solo quiero agradecer al Museo de Amposta la colaboración que han tenido en todo momento. Creo que así se hacen las cosas», ha destacado el presidente de la DPT, Manuel Rando, esta mañana en su visita al almacén del Museo de Teruel junto con el diputado de Cultura y Museo, Diego Piñeiro, el director y la restauradora del Museo, Jaime Vicente y Pilar Punter.
El presidente ha señalado que tras almacenar las piezas y «antes de exponerlas, hay que revisarlas, tratarlas», catalogarlas y estudiarlas, por lo que queda mucho trabajo». Asimismo, Rando ha explicado que, tal y como se acordó con los Ayuntamientos de Ráfales y Fuentespalda, se organizarán dos exposiciones en los municipios de procedencia. Para ello, en cada uno de ellos se va a crear un espacio expositivo acondicionado para el mantenimiento de los objetos, en el que se mostrará una selección de las piezas más significativas.
Este conjunto arqueológico, han afirmado desde el Museo, tiene un alto valor dado que muestra bien las características del poblamiento en la zona del Matarraña en dos periodos de la historia que han condicionado la evolución del poblamiento posterior. Concretamente, 98 de las piezas corresponden a la Edad del Bronce, en el caso del yacimiento Cova de la ribera del Tastavins de Fuentespalda, y otros 301 a la época ibérica en el caso del Tossal de les Vinyes de Ráfales, entre las que destacan las cerámicas ibéricas que corresponden a un periodo inicial de la cultura ibera y cubren un hueco importante en las colecciones del centro turolense.
El director del Museo de Teruel, Jaime Vicente, ha indicado que estas piezas vienen «descontextualizadas» al proceder «de excavaciones hechas por aficionados». En las excavaciones profesionales «viene todo con sus referencias topográficas, el contexto, con qué aparece, el estrato, así como el cuidado y el mimo que se tiene a la hora de la extracción», ha añadido. Vicente ha señalado que para las condiciones con las que fueron extraídas «no están especialmente mal pero sí que requieren trabajo intenso y la forma de enfrentarnos es aplicarles el procedimiento administrativo, es decir, hay toda una tramitación previa de documentación, el estudio detallado de lo que necesitan y la propuesta de aplicación de tratamientos que hacen en restauración».
Por su parte, la restauradora Pilar Punter ha explicado que para trasladar las piezas ha sido necesario trabajar «en un embalaje que sirviera para el traslado y también para el almacenaje en el Museo hasta que se acometa cualquier intervención». Además, ha añadido Punter sobre el trabajo de restauración que llevarán a cabo, «el hecho de que estén restauradas ya, generalmente es más un inconveniente que una ventaja, porque teniendo en cuenta el tiempo que hace que se realizaron esos tratamientos, algunos han perdido ya su efectividad», siendo necesario retirarlos.
Según el convenio formalizado, este conjunto se ha cedido por un periodo de cinco años que será renovable por otro periodo de la misma duración. La cesión cuenta con las autorizaciones de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Generalitat de Cataluña y la Dirección General de Cultura del Gobierno de Aragón, y tiene como precedente la cesión en comodato al Museo de Teruel por parte del Museo Arqueológico de Cataluña de los materiales procedentes de las excavaciones del Institut d’Estudis Catalans (IEC) a principios de siglo en el Matarraña.
Esas piezas se tienen que quedar en la provincia de Teruel
Felicitaciones a Ráfales y Fuentespalda, por el trabajo discreto y efectivo en colaboración con las instituciones aragonesas y Catalanas. Buen trabajo, si señor.
Si proceden de un expolio, ¿por qué no se devuelven a sus verdaderos propietarios y simplemente se ceden?