La oficina de turismo de Calaceite cuenta con un nuevo atractivo. El Ayuntamiento de la capital cultural del Matarraña habilitó al inicio de la temporada una vitrina en la que muestra las distintas medidas tradicionales de volumen, longitud y peso que durante siglos se utilizaron en el territorio. De este modo, los visitantes pueden conocer, gracias a la recopilación y donación de varios vecinos, las distintas magnitudes tradicionales que durante siglos se emplearon en el territorio. El espacio se encuentra en la denominada Casa Bruno, que alberga la oficina de turismo calaceitana. El espacio está ubicado en los bajos de una antigua vivienda y alberga, además, una exposición permanente de la artista, pintora y ceramista calaceitana Teresa Jassá.
El nuevo espacio se suma al atractivo que ofrece uno de los pilares de los porches de la plaza de España, donde se conserva todavía una histórica vara de medida aragonesa que servía para que los comerciantes catalanes y castellanos pudiesen calibrar sus mercancías. La historia de esta vara se remonta a la existencia del denominado almotacén. Durante siglos el almotacén era el encargado, en los municipios de la Corona de Aragón, de visitar el almudí, local destinado a la compraventa de depósito de cereales y otras mercancías. Su misión era comprobar cada año los distintos pesos y medidas y evitar la existencia de fraudes. Con el paso de los siglos su lista de responsabilidades se fue ampliando. De esta época data la vara de medir de la Plaza de España de Calaceite. En muchas localidades el empleo de las medidas tradicionales se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX.
Ramón del Guinardó dice
Mostassaf o mostassà era un cargo público de los territorios de la Corona de Aragón, equivalente a la denominación «almotacén» de los reinos de la Corona de Castilla .Tenía jurisdicción civiliter sobre el fraude que se cometía en el peso y medidas, y tenía la responsabilidad de que las calles de la ciudad estuvieran limpias y desembarazadas y sin servidumbres de paso de unos y otros.