Siendo estudiante, y antes de que fuese declarado Parque Cultural, conoció Gloria Cuenca Bescós las tierras del río Martín. Lo hizo atendiendo a la llamada de Pepe Royo que demandaba su visita ante la presencia de una serie de restos en Alacón. Allí se presentaron unos jovencísimos Gloria Cuenca y José Ignacio Canudo, ahora matrimonio y ambos paleontólogos y catedráticos. Comprobaron que, efectivamente, había potencial. «Aquí estamos empezando algo, nos dijimos entonces después de ver la zona y conocer gente», recuerda.
Royo, ahora director del Parque Cultural que cumple 25 años, era parte del espeleoloclub El Farallón de Montalbán. En esa visita conocieron a Francisco Andreu, alcalde entonces de Alacón, y a Begoña Pastor, que también pasó por el cargo hasta 2007 y ahora es guía del Parque. Ella les llevó a la zona en la que siguen apareciendo los restos de dinosaurio. «Entonces no teníamos medios para poderlo estudiar pero era un lugar de mucho interés», añade Cuenca, que también recuerda las chuletillas que comieron ese día en las bodegas cocinadas prendiendo unos sarmientos en el suelo. «En cinco minutos teníamos una comida riquísima, nos enamoraron», ríe.
A finales del año pasado el Parque y la Universidad de Zaragoza, con Cuenca como Vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica suscribieron un convenio de colaboración que fortalece todavía más los vínculos. «Ha habido una doble relación, está la profesional y está la de amistad de muchos años investigando de forma conjunta», añade Pepe Royo. En que la constitución del Parque llegase a buen puerto y en que su actividad siga creciendo tiene un papel fundamental el entusiasmo de la gente, especialmente en zonas amenazadas por la despoblación. «Por la parte patrimonial y científica todo el Parque Cultural es un tesoro en todos los aspectos: tanto en geología, como en paleontología, o arqueología… Y si esto lo unes a ese entusiasmo y a la amistad, es una buena combinación», apuntó la paleontóloga.
Los trabajos de investigación no han cesado en ningún momento a lo largo de estos últimos 25 años. El sentido de los cursos con la Universidad de Verano de Teruel y la fundación Antonio Gargallo que se retomaron en julio es volver a reunirse y poner en común investigaciones. «No poder hacerlo en pandemia nos ha afectado de una manera muy profunda por eso y porque es muy importante transmitir ese conocimiento científico a la gente, porque sirve para concienciar y que se valore», añade Royo.
Uno de los valores del Parque es poder investigar en la puerta de casa. «La parte de transferencia de ese conocimiento a la gente es crucial. He trabajado en muchos sitios, entre ellos en Burgos en Atapuerca, y he intentado siempre descubrir aquí un Atapuerca. De momento no lo hemos conseguido pero seguimos en ello», sonríe la catedrática, que hace hincapié en lo valioso que es trabajar en el territorio y poder dormir cada día en casa. «Permite conciliar, es una gozada trabajar aquí, donde además la gente te acoge siempre con los brazos abiertos, te ayudan en todo lo que pueden y también cuando eres estudiante», añade. De hecho, uno de los objetivos es volver con universitarios del campus de Teruel a participar en algunas campañas de excavaciones.
El Parque Cultural del Río Martín ha sido reconocido a nivel europeo. «Que se haya elegido el Be.Cultour es importante, porque es ejemplo de buenas prácticas y sirve para que lleguen otros proyectos e iniciativas», destaca el presidente en funciones del Patronato del Parque, Joaquín Noé. Desde el primer momento, las alcaldías y comarcas de los pueblos que integran el Parque apoyaron su buena marcha. De hecho, sin esta figura muchas intervenciones no se harían realidad, especialmente en los más pequeños, aunque no solo en ellos.

Siempre hay frentes abiertos, pero este año la prioridad es acabar la consolidación del torreón de Obón con una actuación en la fachada, y se ha recuperado la antigua reja que existía en la cárcel, ya que también tuvo ese uso. Se consolidarán los restos arqueológicos que salieron y muretes que quedaban del castillo de Montalbán; y este año está previsto que comience la consolidación de la ermita de Santa Bárbara de Albalate, que además fue utilizada en las guerras carlistas. Se seguirá actuando en el árbol fósil de Ariño, que junto a las ignitas constituirán un espacio «muy interesante»; y en el Cabezo de San Pedro de Oliete con el Museo de Teruel.
En septiembre será el turno de iniciar las excavaciones en el yacimiento de los dinosaurios en Alacón. El proyecto está en marcha y se sigue llamando a puertas en busca de financiación. «Y sí, excavar en la puerta de casa es genial, solo hay que cruzar la calle», concluyen.
Igual abría que buscar aguas abajo hay muchos vestigios, en los cuatro cañones en Hijar murió el general cartaginés Amicar Abarca, en Urrea existio vida antes de la muerte, en Samper parentescos neandertales, en Castelnou y Jatiel cromañones y en Escatrón el Homvre del Pitañar.
Jajajajajajaja pues con todo esto igual deberían crear otro parque y aprovechar la remozada sede de la comarca,eso sí la capital en Hijar.
PD. Comañones aun ahí por lo que se ve……..en los cuatro cañones dice,es que me parto de verdad,jajajajajajaja.
Porque no se amplía el parque a los pueblos aguas abajo de Albalateeeeee.
Pues porque de Albalate para abajo no ahi este tipo de vestigios,es simple.
Sinceramente, solo nos faltaba repartir el dinero con los pueblos de abajo, si quieren algo que se hagan otro parque, que se han creído estos de aguas abajo!!!
Pues si, solo nos faltan los de aguas abajo, si queréis os hacéis un parque.