Las localidades por las que pasa la carretera, como Caspe y Bujaraloz, denuncian el estado de la vía y reclaman una mejora inmediata
Los Ayuntamientos de localidades de Comarcas del Bajo Aragón-Caspe y de Monegros, como son Caspe y Bujaraloz, por las que pasa la carretera A-230, denuncian la peligrosidad de esta vía, en la que se han perdido dos vidas y se han producido varios accidentes durante el año 2018. Los representantes municipales de ambos municipios están de acuerdo en que hay algunos tramos «de gran peligrosidad» que deberían estar mejor señalizados, bajar la velocidad a su paso, o ser mejorados para evitar más siniestros.
«Ya es sabido en nuestro territorio que la A-230 es muy peligrosa, especialmente los tramos de curvas, y todavía más si se trata de un vehículo grande», comenta la concejal del Ayuntamiento de Caspe y diputada provincial Pilar Mustieles. «Deberían tener en cuenta que en más de una ocasión los camiones han perdido el control al entrar en este puente, era cuestión de tiempo que sucediera algo así, una terrible noticia».
Por su parte, el Alcalde de Bujaraloz, Carmelo Rozas, ha explicado que el tramo que va de su municipio a Caspe «todavía está decente», pero que la parte que se prolonga hasta Sariñena es «tercermundista». «Estamos cansados de pedir una mejora en esta vía, el asfalto está muy mal y hay poca señalización». Rozas ha recordado que había un proyecto de mejora hace años elaborado por el Gobierno de Aragón pero se paralizó hace años.
Último accidente de 2018
Un vecino de Zuera de 43 años, G.C.F, falleció el pasado 26 de diciembre por la mañana en un accidente de tráfico en la A-230, en el término municipal de Caspe. El siniestro se produjo en torno a las 10.55 cuando el tráiler que conducía, cargado de corderos y en sentido Bujaraloz, perdió el control. Entonces chocó contra la valla protectora del puente y cayó después a un brazo del embalse de Mequinenza desde una altura de unos 15 metros. El conductor fallecía en el acto. El día siguiente se tuvo que cortar la carretera durante cinco horas por la mañana para que se realizasen varios trabajos para rehabilitar la valla, que quedó totalmente arrancada con el impacto, debido a su peligrosidad. Los pueblos de Bujaraloz a Caspe quedaron totalmente incomunicados. Se trata de un nuevo accidente de un camión en los últimos meses en esta misma vía, algo que ya no sorprende a los vecinos de la zona debido a su peligrosidad.
Es el segundo accidente mortal en la misma carretera, aunque distinto tramo, en menos de un año. En abril, una joven de 30 años que llevaba una semana trabajando en el Ayuntamiento de Caspe falleció al precipitarse con su vehículo al Embalse de Mequinenza en el término municipal de Chiprana, en el puente del Regallo. También chocó contra la valla y cayó, aunque esta vez menos metros. Y también ha habido muchos sustos, a principios del mes de diciembre un hombre resultó herido en un accidente de tráfico ocurrido en la carretera A-230, entre Caspe y Bujaraloz. El siniestro se produjo cuando el camión que conducía, el cual transportaba gasóleo, se salió de la calzada y volcó en un campo contiguo.
En mayo, otro camión volcó también esta vez en el kilómetro 10 de la A-230, en el término municipal de Caspe, cuando intentaba salir desde una salida a la vía, dirección Bujaraloz-Caspe. En esa ocasión el conductor resultó ileso y solamente hubo daños materiales, ya que el vehículo transportaba varias toneladas de bidones de agua que quedaron esparcidos por la carretera.