Justo antes de la batalla, cuando quedan unos minutos para batirse en duelo dialéctico, entre bambalinas todo son risas y choques de manos acompañados de un «suerte, tío». Es la esencia del hip-hop, un estilo que trasciende lo musical para convertirse en una manera de vivir. La eclosión del género se centralizó en Zaragoza entre los años 80 y 90 y ahora, tras unos años de cierta latencia, resurge con fuerza a lo largo y ancho de la comunidad.
De captar a estos jóvenes talentos se han encargado en la Aragón Freestyle League, la primera liga autonómica que llega para reconocer el trabajo de los más jóvenes y darles visibilidad. Está compuesta de diez raperos (MCs) y hay representación de las tres provincias y uno de los que llevan el nombre de la turolense es Pablo Guía, andorrano del 2001 que se hace llamar PG en la batalla.
Fue uno de los que pasaron la selección de Alcorisa, aunque como dice, «fácilmente podrían haber seleccionado a dos o tres MCs más porque había un nivel bastante ecuánime». Valora la organización de esta competición que hizo que la tercera batalla se librase en Alcañiz para cerrar mayo y, aunque queda liga por delante, no pierde de vista el reto de seguir escalando en la clasificación, en la que se mantiene con tres puntos. «Va a sonar a tópico, pero lo importante es pasárselo bien, aunque si pierdes te picas, como es lógico», sonríe y destaca la valía de los seleccionados a los que define de «muy buena gente» con la que se «hace piña».
El nivel de conocimiento de los unos sobre los otros queda patente en cada batalla dándose réplicas tirando de improvisación. «Sí que creo que tienes que tener cierto registro local y cierto vocabulario y conocimientos de cultura general para tener más repertorio que soltar cuando estás en el escenario, pero luego juegan muchos factores», añade. Entre ellos, los nervios, que reconoce que es lo que peor gestiona.
Él se inició en el rap con apenas 15 años, un tiempo en el que «todo esto era campo», dice. «Entonces el freestyle se empezaba a globalizar en España porque cada vez iba empezando más gente. Ahora hay raperos, gente que hace trap, drill y otro que quiere hacer pop y esto implica que existe diversificación», reflexiona. «Hip-hop no son solo las batallas, es que te grabes algo con tu colega en el estudio o que te contraten para un bolo al que van a ir dos personas pero lo mejor de esto que hemos creado es la diversidad», añade.
Otro de los objetivos de hacer una liga con galas itinerantes, es acercar el rap al público en general. Desde la butaca o a través del canal de Twitch de AFL, a veces resulta complicado imaginar que una batalla vaya a terminar en abrazo e incluso, en una enhorabuena de un MC hacia el otro por la buena rima aunque no le haya dicho nada bonito. «La riña se deja en la batalla. Nos podemos jurar sobre nuestras familias o nuestros complejos personales, pero esto es como el humor, que no hay un límite digamos moral que no sobrepasar y es lo bonito, y por consiguiente te brinda cierta libertad a la hora de expresar tu obra», concluye.
pues nada PABLO a disfrutar y como decia el profesor Tierno Galvan . musica , letra y al LORO