En la presentación del anteproyecto confirmó las líneas de la Transición que adelantó la ministra en Andorra. En la cuenca minera, pendientes de elecciones
Se trata de un proceso «solidario» e «inclusivo» en el que «no vamos a dejar a nadie atrás». Así definió Pedro Sánchez los planes del Gobierno para una transición justa. Lo hizo en la mañana de este miércoles en la presentación del anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, del Plan Nacional integrado de Energía y Clima y de la Estrategia de Transición Justa. Se pusieron sobre la mesa las líneas generales, las mismas que ya avanzó la ministra Teresa Ribera en su visita a Andorra el pasado enero. Este paquete de medidas se llevará el viernes al Consejo de Ministros para su aprobación.
Sánchez aseguró que en el marco de la estrategia, el Gobierno contempla la generación de convenios de transición para todas las comarcas sujetas al cierre de las minerías –tanto de carbón como nucleares-, con el objetivo de que los cierres «generen impacto 0 sobre el empleo y la población al final del proceso». En este sentido, dijo, los «convenios van a garantizar un acceso ágil y prioritario a las ventanas de financiación de la administración general del Estado». Además, irán acompañados de «ayudas europeas cuando sea posible y de incentivos fiscales o de deducciones cuando se considere idóneo». Reiteró que todo el proceso se realizará contando con los agentes sociales, desde «abajo hasta arriba». Sánchez también se comprometió en Zaragoza a comienzos de mes, a una transición justa también sin detalles.
En la intervención desde la sede del Ministerio de Transición Ecológica tampoco se han acotado plazos. El último que se maneja es junio, el que Ribera fijó en la visita a la Villa Minera para la firma de un convenio, el primero dijo, que se firmará en España. Intención que se reiteró desde su gabinete en la reciente reunión de la Comisión del Carbón con los sindicatos y la patronal en la que anunció, además, que en marzo activará la bolsa de empleo para trabajadores del carbón.
No obstante, cuando se lanzaron estos anuncios todavía no se habían convocado elecciones generales para el 28 de abril y este es el punto al que más se teme en la cuenca minera. Desde el territorio se pide que, al margen de lo que suceda, las medidas se conviertan en acciones ya que el tiempo corre en contra.
Adelanto de elecciones: menos plazo para una transición justa
La incertidumbre y la cautela no se desprenden de la cuenca minera con el adelanto de elecciones. Avances, reuniones, palabras, negociaciones… Todo en la cuenca minera va asociado a ello. Si con las autonómicas y municipales ya era complicado, las generales despiertan fantasmas de las últimas. «No se presenta fácil llegar a los acuerdos necesarios para formar gobierno de manera rápida y a lo mejor es después del verano cuando haya gobierno, unos meses que no podemos perder», dijo el alcalde de Ariño, Joaquín Noé.
Respecto a la Estrategia de Transición Justa, lo mismo. Desconocen el contenido y además, el futuro qué le espera. «¿Quién lo va a apoyar para que salga adelante? No podemos perder el tiempo porque se nos pasan las legislaturas haciendo planes y conferencias y en la provincia de Teruel perdemos mil habitantes al año», añade, el presidente de la Asociación Empresarial Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín, Roberto Miguel.
Que el problema no siga enquistado es lo que espera la alcaldesa de Andorra. «Desde hace diez años han pasado muchos gobierno y ministros y se han pasado la pelota de uno a otro y seguimos con el problema que se lo queda el ciudadano que ya ha salido a la calle, como es el caso de las subcontratas. ¿Va a tener apoyos esta Estrategia de Transición Justa en el Gobierno para que salga adelante?», se preguntó Sofía Ciércoles.
De la plataforma de las subcontratas surgió la idea de crear una mesa de todos los colectivos de la zona. El objetivo es confeccionar una carta que firmen todos los estamentos políticos y que ese compromiso quede por escrito más allá de las elecciones.
Confían en que pase lo que pase con los resultados electorales, se pase a la acción más allá de colores políticos por una transición justa real.