La Hermandad del Nazareno vuelve a congregar a más de 1.200 cofrades en una noche primaveral
Miércoles Santo en Alcañiz es sinónimo de Nazareno. Una procesión en la que se impone la juventud y el azul, rojo y blanco de sus colores.
El desfile procesional en el que los hermanos mayores de turno y de honor son los grandes protagonistas, volvió a sacar a la calles a cientos de personas que presenciaron los pasos de la Cruz Morada, el Cristo Atado a la Columna, el Nazareno y el Cirineo y la Verónica; escucharon el sonido armonioso de la banda de cornetas y el redoble incesante del tambor y de los timbales que resonaron por la parte alta de la ciudad.
A las diez y media arrancó la procesión y tras más de tres horas volvió hasta su punto de partida en la excolegiata. Antes, en la plaza de España, la banda de cornetas y tambores, rindieron los honores que se merecen las figuras más emblemáticas de una hermandad con más de 1.800 hermanos y con 68 años de antigüedad y que en este año estrenó cuatro incensarios que fueron perfumando a su paso los rincones de una Alcañiz que vive con intensidad, respeto y admiración la Semana Santa 2018.