La AEGC también ha solicitado el informe completo de la autopsia
Las acusaciones del triple crimen de Andorra van a pedir un ampliatorio del sumario. La Asociación Española de Guardia Civil presentó ayer al Juzgado de Alcañiz un escrito solicitando un «examen preciso y más amplio» de la munición y los chalecos que portaban los guardias civiles asesinados por Norbert Feher en Andorra para que se «pueda determinar si los chalecos fueron perforados o no». También han pedido el informe completo de la autopsia. El resto de abogados también lo irán haciendo en los próximos días para conocer con mayor precisión algunos detalles, entre ellos, los chalecos. El informe preliminar del forense especifica que los proyectiles llegaron a traspasar al menos uno de ellos y le hicieron un orificio de medio centímetro a la altura del hipocondrio izquierdo (pecho). También se presentan otros dos orificios en la zona costal izquierda. Los dos eran reglamentarios, aunque no exactamente el mismo modelo.
El abogado de la AEGC, Jorge Piedrafita, que representa a la viuda e hija de su asociado Víctor Romero, asegura que «de los datos que figuran en la inspección no se puede desprender un fallo en los chalecos ni se puede confirmar que estuvieran perforados» pese a que el informe es «muy detallado». «Llevaremos la acusación de forma firme pero hay que dejar trabajar a la instrucción, lo está haciendo bien y necesitan tiempo», comenta Piedrafita, quien matiza que el operativo se llevó a cabo de «forma correcta» y conforme a los datos que se conocían. «Ahora no es momento de pedir responsabilidades ni dimisiones, una vez termine la instrucción ya se pedirán responsabilidades si hay que hacerlo».
Por su parte, la Asociación Unificada de la Gardia Civil (AUGC) ya ha solicitado a la Dirección General la apertura de un informe acerca del estado de los chalecos, para determinar si estos se encontraban en las adecuadas condiciones para garantizar su seguridad o si, por el contrario, presentaban un estado deficiente. Si Feher dice la verdad, no se disparó a quemarropa y un arma corta con munición reglamentaria no debería dañar los chalecos si estuvieran en perfectas condiciones. «En este segundo caso nos encontraríamos ante una gravísima negligencia por la que sin duda habría que reclamar responsabilidades», dicen desde la AUGC.