¿Cómo se retoma Expo Caspe después de estos dos años?
Tras estos años en los que no hemos podido realizar la feria, ahora que hemos vuelto a la normalidad, está siendo un ejercicio bastante complicado. El año pasado hicimos un gran esfuerzo para tratar de retomarla y ya fue muy complicado. De hecho, finalmente no pudo llevarse a cabo por la situación que aún se vivía.
¿Cuáles son los principales retos a hacer frente para que salga adelante?
Esta dificultad se debe a que hay muchas empresas que solían exponer en esta feria y que actualmente han cerrado. Otras han reducido su plantilla de personal, por lo que venir a una feria les supone un esfuerzo de recursos humanos muy importante. Más aún si tenemos en cuenta que en esta feria no se hace descanso al medio día. Pero, afortunadamente, este año se puede retomar dedicándole mucho tiempo y esfuerzo. En esta ocasión contamos con la dificultad añadida de que la feria dura cuatro días en lugar de tres, dadas las fechas en las que cae el festivo nacional de Todos los Santos. Por ello, comprendemos que para los expositores es un esfuerzo añadido, tanto a nivel económico de recursos humanos, como de movimiento de material para exponer allí. Pero, una vez dicho esto, entendemos que la feria va a desarrollarse bien. Se afronta con muchas ganas e ilusión y esperamos que todo salga a la perfección.
¿Qué importancia tiene para Caspe que se celebre el 40 aniversario de su feria?
Es una de las pocas ferias que hay en Aragón con una consolidación de 40 años. Para nosotros tiene una gran repercusión económica. En los últimos años recibíamos entre 25.000 y 30.000 asistentes. Y es esta misma cifra la que se espera para esta ocasión. Por ello, entendemos que hay algo de esa feria que sigue siendo importante para Caspe y los alrededores. Y el hecho de que se consolide y se tenga como referencia en Aragón significa para nosotros que, de alguna manera, se están haciendo las cosas bien. Porque si no, ya habría desaparecido.
¿Cómo beneficia a los expositores la posibilidad de mostrarse a los visitantes?
Yo he sido feriante. De hecho, cuando tenía mi empresa fui una de las primeras que empezaron a exponer en los años 80. Una feria significa tener en una ventana al futuro, a mostrar lo que cada empresario puede ofrecer y ayuda a captar clientes para después recoger resultados. Con los contactos que se obtienen en la feria, después se desarrolla gran parte del trabajo del resto del año. No solo es una buena oportunidad para los que venden sus productos allí, sino también para aquellos que pueden ofrecer información o mostrar su empresa para futuras ventas.
¿Cómo ha evolucionado Expo Caspe?
Es verdad que lo he vivido tanto como expositora, como desde dentro del Ayuntamiento. Pero es muy diferente. No obstante, es verdad que a lo largo de los años esta feria ha cambiado enormemente. Yo recuerdo, como anécdota, antes de que se ubicase en el recinto ferial, antes de que se empezasen a contabilizar estos 40 años, que exponíamos en la calle Albareda de Caspe. Allí colocábamos nuestros productos con a la Junta Local de Ganaderos. En ese momento, que todavía era impensable hablar de energía solar, nosotros estábamos allí con unos paneles solares enseñando cómo podíamos dar lugar a agua caliente a través de dichos instrumentos. Desde ese momento, hasta lo que es hoy en día Expo Caspe, no tiene nada que ver. Ahora la feria está mucho más consolidada y tiene una mayor difusión hacia el exterior. Muestra de ello son los visitantes de otras poblaciones y comarcas que anualmente recibe esta exposición, así como las ventas que nuestros empresarios logran realizar a raíz de la feria.
¿Qué es lo que caracteriza a día de hoy esta feria?
Destaca por ser multisectorial. Yo creo que una feria que se dedicase a un solo sector estaría muy limitada. Se caracteriza por no tratarse solamente de una exposición ferial, en la que hay diferentes sectores con sus productos y servicios, sino que también cuanta con el ambiente festivo que gira en torno a ella. Hay atracciones para los más pequeños y también se organizan otros actos. Esto supone que las familias se acerquen a visitar nuestra feria. Lo mismo ocurre con las actividades que se organizan para los jóvenes. De hecho, para nosotros estas fechas son muy especiales, lo vivimos como unas segundas fiestas patronales, se preparan casi como si fuera la festividad de otoño. Son cuatro días que giran en torno a un ambiente festivo, pero sobre todo, empresarial.
¿Cómo se viven esos días desde el Ayuntamiento?
Hay muchísimo trabajo, empezamos a preparar Expo Caspe antes incluso de que terminen las fiestas de San Roque en agosto. Hay que controlar hasta el mínimo detalle, lo que supone un gran esfuerzo, principalmente por parte de la concejalía de Ferias y Comercio.
¿Con qué objetivo se entregan los diferentes galardones que se dan en Expo Caspe?
Es una manera de reconocer la labor que cada empresario desarrolla. Lo mismo ocurre con el premio a la trayectoria. Este último se lo entregamos en esta ocasión a Planas Martínez. Es una empresa que se ha implicado mucho con la localidad desinteresadamente. Un ejemplo de ello fue la labor que ofreció durante el confinamiento en la pandemia, momento en el cual estuvieron desinfectando las calles de Caspe. Es una manera de reconocer su trayectoria profesional, pero también la labor que hace para todos nuestros vecinos. Del mismo modo, nos encanta tener a gente que emprenda en el territorio y eso lo queremos agradecer en cierto modo. Es un complemento a las ayudas a emprendedores que otorgamos. Asimismo, este año coincide también con el 800 aniversario de la Junta Local de Ganaderos, a la cual queremos homenajear. Lo mismo ocurre con el reconocimiento que se le hace a la ciudad francesa hermanada con Caspe, Gaillac, ya que se cumplen 25 años de esta unión. Este es el año de los aniversarios.