La Ciudad del Compromiso sufrió el pasado fin de semana un nuevo ataque vandálico en uno de los monumentos ligados a la memoria histórica. Se trata del monumento en homenaje a los Brigadistas Internacionales.
Este monolito fue inaugurado en el paraje El Vado hace alrededor de un año y ya han sido varias las ocasiones en las que el Ayuntamiento ha tenido que borrar varias pintadas en las que se podía leer «Viva Cristo», «Viva franco», «Viva España» o «Asesinos», además de varios símbolos y banderas de España. El pasado viernes por la noche se pintó en él: «Franco, Franco, Franco». Justamente unos días antes de que tuviese lugar la conocida exhumación del dictador español en el Valle de los Caídos.
El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Caspe, Gabriel Luena, recuerda que el vandalismo cuesta cada año a la ciudad hasta 60.000 euros para reparar los daños. Una inversión que proviene del bolsillo de los vecinos.
Unas actuaciones que parece que no cesan: «Desde que estoy de concejal (comenzó en mayo) hemos sufrido tres episodios de actos vandálicos. Esto supone un gasto económico innecesario y una pérdida de tiempo para nuestra brigada, que es la encargada de borrar estas pintadas», explica Luena.