Piratas, personajes de circo y concursantes del Grand Prix fueron algunos de los protagonistas del desfile de carrozas que Ariño vivió este sábado. Este es uno de los actos más esperados y destaca de por sí en relación a otras localidades porque los vecinos no solo desfilan, sino que incluso preparan divertidas actuaciones que todo el mundo espera ansioso por ver en la plaza de los Santos.
Nadie en el pueblo quiere perderse el desfile. Pero como cada año, hubo quien realizó el disfraz el propio día de antes porque, a fin de cuentas, «lo importante es salir y participar». Fue el caso de la peña El Bullicio, cuyas integrantes decoraron con colores y purpurina unos barriles de cerveza para convertirlos en unos tambores de batukada. «Ha sido a última hora, pero no queríamos perder la oportunidad de salir. Menos este año, que hay más carrozas que nunca», afirmaba una de sus integrantes.
Otros grupos de amigos, como la peña El Apalanke, también son fijos ya en esta gran cita. Después de llevar varios años disfrazándose de distintas temáticas rurales-el año pasado fueron disfrazados de recolectores de olivas-este verano decidieron optar por el regreso del Grand Prix, aunque sin dejar de lado ese guiño a su tan querido pueblo. En el espectáculo, se dividieron en dos equipos, uno que representaba al barrio de Samca y otro al del pueblo. El ganador fue este último, quien acertó la pregunta sobre el año en el que la localidad recuperó la tradición de las majas de fiestas, 2018. «Llevábamos una semana preparando el disfraz, tenemos a todos los personajes importantes y queríamos centrarlo en nuestro pueblo, que para nosotros es el mejor», dijeron. En este caso también destacó especialmente uno de sus peñistas que incluso había ‘disfrazado’ a su moto para convertirla en una vaquilla.
Entre las actuaciones también destacó el gran grupo de piratas del caribe protagonizado por la peña El Incule, quienes incluso llevaban su propio barco e isla del tesoro. Este grupo de amigos y sus hijos se metieron de lleno en su papel. En su actuación, simularon una batalla entre piratas buenos y malos que se acabó definiendo a través del baile: un grupo lo dio todo con ‘Despechá’ de Rosalía, y el otro hizo lo propio con ‘Nochentera’ de Vicco, aunque finalmente ambos terminaron uniéndose entre aplausos del público. «Es uno de mis actos favoritos porque todos nos divertimos por igual, grandes y mayores. Estos son unos días donde el pueblo tiene vida y por eso me gustan tanto», expresaba una de las integrantes más jóvenes. Entre todos ellos, aunque muy caracterizado para su papel, se encontraba el alcalde, Carlos Ros, quien celebró el buen ambiente que durante estos días Ariño vivirá en sus calles. «Somos un pueblo en el que todos colaboramos, y cualquiera que nos visite será bienvenido», dijo.