Con la llegada del otoño, el Maestrazgo se convierte en uno de los territorios micológicos más demandados. La gran calidad y variedad de las setas del lugar convierten cada año a la comarca en el punto de mira de cientos de recolectores. Una sequía prolongada en primavera y verano ha atrasado la esperada temporada micológica y la aparición de robellones. Finalmente, las lluvias de principio de septiembre han permitido que este valorado producto -aunque no en abundancia-, asome entre el pinar, y que las previsiones sean «bastante buenas». Desde inicio de mes son muchos los aficionados a la recolección de setas que tienen la vista puesta en el coto, el que cuenta con 10.500 hectáreas y diez pueblos adscritos. Entre los hongos más demandados: robellones, camagrocs, babosas o colmenillas.
Cada otoño son miles los visitantes de diferentes puntos de la provincia, y especialmente de Cataluña y Castellón, quienes se acercan al territorio, dejando en el viaje un importante impulso económico. Restauración, gasolineras, tiendas y también lo recaudado por los permisos permiten alargar la temporada alta en los municipios de la zona. Los hongos se pueden recolectar en el pinar público a través de la adquisición de pases en la página web de la comarca o en los puntos de venta físicos habilitados como la sede comarcal o diferentes establecimientos colaboradores. En 2021 se vendieron 20.700 pases, el segundo año con más ventas desde 2014. Ahora, aunque es difícil de igualar y la temporada comienza más tarde que otros años, desde la institución comarcal también son positivos con las cifras de este otoño.
Esta temporada, al igual que en años anteriores, el pase diario tiene un coste de 5 euros, 8 euros el de fin de semana y 50 euros para toda la temporada. Además del permiso recreativo de vecinos -para cualquier persona empadronada en la comarca- con un precio de 7 euros toda la temporada. También el permiso para los propietarios o arrendatarios por 12 euros y el permiso comercial para vecinos por 60 euros. Los menores de 12 años y los participantes en jornadas o actividades formativas estarán exentos de pago. Todos los pases cuentan con un cupo máximo de 12 kg de hongos al día.
La Comarca gestiona la extracción en todo el territorio desde 2011, y con ello la venta de pases y vigilancia, con el objetivo de compatibilizar la afición de los buscadores con una correcta gestión de los bosques y conservación del entorno. Por ello, los ingresos que provienen de la venta de pases se invierten en la contratación de guardas y en la realización de mejoras en los bosques. Con el dinero obtenido se ha podido instalar contenedores y vallas que limiten las propiedades del coto, así como mejorar la señalización y arreglar pistas.

Respeto al entorno
Desde la institución piden a los recolectores respetar el entorno y llevar a cabo un aprovechamiento «limpio». Entre las recomendaciones, depositar los residuos en los contenedores habilitados, emplear los materiales óptimos como navajas, cuchillos y tijeras, además de cestas para permitir la aireación y diseminación de esporas.
También recuerdan que está prohibido recolectar setas de noche, dejar basuras en el monte y encender fuego en zonas no habilitadas. Además, está prohibida la circulación de vehículos fuera de las pistas y se debe estacionar en lugares habilitados o que no impidan el paso. A su vez, al igual que recomiendan los expertos cada año, hacen hincapié en no consumir las setas que no se conozcan y siempre respetar las porteras, vallas o muros que delimitan las propiedades. Toda la información sobre el coto y las setas que se encuentran en el territorio está disponible en la página web, donde se puede descargar la guía del recolector de setas con información útil sobre la zona y la regulación en la recolección de hongos.
Las setas del Maestrazgo son aprovechadas por particulares, empresas productoras, comerciantes y también por hosteleros, quienes ya preparan los demandados menús de temporada. Todo ello hace que los vecinos de la comarca esperen con ansias que finalmente la temporada micológica explosione con fuerza en el coto del Maestrazgo, el que fue el primer coto a nivel supramunicipal en Aragón.