Para el recrecimiento del embalse esta todavía pendiente la aprobación del proyecto y su licitación
La nueva presa del Cañón de Santolea, que permitirá el recrecimiento del embalse, ha superado la tramitación del impacto ambiental. Tres años después de que se paralizaran las obras en la pared principal, se ha considerado que la alternativa elegida para ampliar la capacidad del embalse no producirá efectos adversos en el territorio.
Las obras en los estrechos del cañón levantarán una presa de gravedad a algo más de un kilómetro aguas arriba de la actual pared del embalse. Los trabajos del nuevo proyecto, que tendrán un plazo de ejecución de 30 meses, harán que Santolea cuente con 105 hectómetros cúbicos de capacidad. Se mantendrá la misma cota que el proyecto original, por lo que los impactos para los seres vivos son los mismos que los que se previeron ya en 2003. «La cota de agua es la misma prevista anteriormente, lo que se pierde es el volumen de agua que ocupaba en el cañón. En el nuevo proyecto la cota más alta del agua coincide con la presa del puente», aclaró José Fernando Murria, presidente del sindicato de regantes del Guadalope.
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