Alejandro Abadía es el primer turolense que entra en la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal.
El marco de la 55ª Exfilna en Portugalete (País Vasco) fue el marco en el que Alejandro Abadía (Samper, 1945) fue designado académico electo de la Real Academia. El evento sirvió además para que la institución conmemorase su 40 aniversario y para que se celebrase la Asamblea General.
Abadía se convierte en el primer turolense en entrar y es el segundo aragonés. El primero es un zaragozano que accedió el año pasado, por lo que compartirán honores. Para ser parte de este selecto grupo se deben cumplir una serie de requisitos muy estrictos y, además, la persona en cuestión debe ser propuesta por otras. Así sucedió con el samperino, cuya satisfacción todavía es mayor al haber superado las expectativas de voto ya que necesitaba dos tercios y se ha quedado a un solo apoyo para lograr el cien por cien.
Abadía siempre ha defendido la Historia Postal como cultura en sí misma y por eso, asume este nombramiento como una «oportunidad de seguir haciendo grande esta especialidad dentro de la cultura internacional».
Entre otras cosas, la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal publica desde hace 17 años la revista «Academus». Obtuvo en 2006 el Grand Prix en la Académie Européenne de Philatélie a la mejor revista filatélica europea.
«La suerte de la provincia»
Abadía dedica su vida a la filatelia prácticamente desde que tiene uso de razón. Atesora más de 50 años como coleccionista y es una de las personas más respetadas en el sector. Su objetivo es terminar de editar las Historias Postales de las más de 302 poblaciones con las que cuenta la provincia de Teruel.
De hecho, y como destaca el samperino, la de Teruel es la provincia más filatelizada en «toda Europa y esto es algo que deberían aprovechar los turolenses porque el trabajo está hecho, es suyo», indicó. Este argumento se refuerza con su reciente trabajo.
Los últimos siete años los ha dedicado al estudio de la «Historia Postal en la Guerra Civil Española. Teruel 1936-1939». El volumen I vio la luz en 2013 y consta de 22 estudios. Recoge la legislación, marcas y combatientes, así como el ambiente civil, las madrinas de guerra, los hospitales y un largo etcétera. El volumen II, que acaba de ver la luz, plasma la colección que se montó a raíz del primero en la que se muestran más de un millar de ilustraciones y una colección montada en ocho cuadros y nueve anexos.
Colaboraciones como la de los Franciscanos de Aragón, Valencia y Baleares y de Cultura de la Generalitat de Cataluña fueron de gran ayuda.
«Ganó la sociedad porque obligó por encima de todo a que se garantizase la comunicación entre familias y combatientes», explica.
«No es una colección sobre la Historia Postal de Teruel, es lo contrario. Hemos sido capaces de, a través de esta provincia, montar una Historia Postal con carácter nacional e incluso darle niveles internaciones», destacó. Los más de 300 pueblos de la provincia están representados y esto «no es habitual en ningún sitio», insistió.
*Más información en la edición impresa